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EL OBSERVATORIO DE LA SEGURIDAD Y LA CONVIVENCIA CIUDADANA EN PEREIRA

Un observatorio, es un organismo de sistematización, interpretación y producción de información.

En materia de delitos y del crimen, la ciudad de Pereira ha presentado unos indicadores que la ubican como una ciudad de peligrosidad.
Requiere, además de hacer unos análisis de las vulnerabilidades ciudadanas ante las diversas modalidades de la delincuencia, generar un ejercicio que permita ofrecer lineamientos para la toma de decisiones, y un lugar donde se investigue, de modo consecutivo, lo relacionado con el tejido social, con las maneras cómo se generan articulaciones comunitarias, o por el contrario, donde existen situaciones, que ameriten pensar y re-crear escenarios para una vida más acorde.

Por medio de una alianza entre tres grupos de investigación de varias disciplinas de la Universidad Tecnológica de Pereira y la alcaldía municipal, a través de la Secretaría de Gobierno, se estableció un convenio para poner en funcionamiento la iniciativa, que ha tenido otros momentos muy significativos en la ciudad, como los gestados por el maestro Guillermo Aníbal Gartner, quien desde hace más de dos décadas inició la labor de investigar sobre los fenómenos criminológicos y de Derechos Humanos en la ciudad.

Pereira cuenta con un historial de ejemplos en donde la comunidad se ha apropiado de su rol, y organizados o con hechos, propuestas y múltiples iniciativas, ha mejorado las relaciones y ha dado lugar a situaciones de emprendimiento, de mejoramiento de sus territorios, ha conquistado sus reivindicaciones.

Pereira ha sido protagónica por los modos en que la sociedad ha procurado ser crisol de culturas, acogimiento de los otros, y con capacidad para levantar cuanto proyecto ha querido, como el de los convites para viviendas, como el de gestar grupos culturales para tejer la red de enriquecimiento de los sentidos y promover los valores hacia la vida y el cuidado de los demás.

El observatorio de la seguridad y la convivencia ha tomado, como una de sus finalidades, poner en conocimiento los hechos ejemplares, los ejercicios de consolidación comunitaria, la potencia de las organizaciones, entre muchos otros, que hacen, en conjunto o en solitario con las instituciones del Estado, un avivar de sus fuerzas para tejer convivencia, solidaridad, redes, cerrarle el paso a la delincuencia, garantizar sus derechos, y estos sucesos, como otros, son poco difundidos y reconocidos.

En ese sentido, si consideramos el contexto de la ciudad, de un historial de civismo, de prácticas activas, de poner como evidencia la circunstancia del informe Pereira Cómo vamos (2017), según el cual los pereiranos tiene un 84% de orgullo por su ciudad, es justificable poner una información sobre lo positivo, pues en un periodo de posacuerdos, y de intención de construir territorios seguros o de alcanzar la justicia social, se consigue, además de lo estructural, con aprender de los otros y sus modos de haber resuelto sus conflictos.

Desde luego, se encuentra el otro rostro, donde las bandas delincuenciales fortalecen su actuar, o que los niveles de pobreza o violencia estructural (17,7%), son los indicadores para propiciar que las comunidades deban enfrentar de algún modo su sobrevivencia. Más los fenómenos preocupantes y en alza de ciudadanos convertidos en cobradores de los llamados gota a gota en otras partes del mundo, o la trata de personas, por mencionar algunos, que deterioran la calidad de vida y ponen en jaque el tejido familiar.

El Observatorio se ha gestado en desarrollos de mesas participativas (desde hace un año), con las instituciones del estado, como Policía, Fiscalía, Medicina legal, funcionarios, además del diálogo entre grupos de investigación de varias disciplinas.

Pereira en su Plan de desarrollo (2016-19), y de acuerdo con su Plan de Seguridad y convivencia, pretende generar un territorio seguro, sin embargo, la seguridad no es un hecho sólo de obtener control o ampliar la fuerza policial, sino que compete lo atinente a la convivencia, a las garantías sociales, al cumplimiento de los deberes del estado, a poner en movilidad la ciudadanía, en activar mecanismos de articulación, entre muchos más.


Así este Observatorio, pondrá en la opinión pública un sistema de información, y una serie de boletines para el ciudadano y las instituciones, es decir, para el dominio público.
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