Cuando comenzamos , hace meses ,a
denunciar desde esta columna las trapisondas del Fonade y a demostrar que se
trataba del lavadero de los auxilios parlamentarios, el silencio de los
páramos y las pineras cayó sobre los medios y, la parálisis, sobre los congresistas
de Colombia. El alto grado de mermelada les vedaba a las unidades de
investigación de los medios hurgar esos temas. La vagabundería del
procedimiento de hacer firmar al Fonade unos convenios interadministrativos con
los ministerios y agencias del estado ,a los cuales los congresistas señalaban
en el presupuesto los cupos indicativos, paralizaba los congresistas porque el
camino era tan viejo como expedito y nadie podía tirar la primera piedra.
La Fiscalia General de la Nación no
tuvo ,empero, esos amarres y con diligencia ha comenzado a mostrarle al país lo
mismo que aquí denunciamos en su momento y los medios tímidamente anuncian (
ahora si ) los “descubrimientos” y que trabajan sobre cosas peores.
El hecho de asomarse, prueba en mano a la Unidad de Servicios
Penitenciarios y Carcelarios (Uspec), al Fondo de Tecnologías de la Información
y las Comunicaciones (Fontic) y al Departamento de Prosperidad Social ,los va a
tener ocupados un largo rato y a gastarse su capacidad de asombro ante las
evidencias protuberantes.
Entiendo bien que las denuncias sobre
el Fonade hechas por un provinciano como yo debieron asustar a los que estaban
en el poder, y a los que lo asumen ahora, y que la mejor manera de salvarse era
minimizar el tema tratado por este columnista. Falta ver que hará el nuevo
director del Dane cuando le toque el chicharrón de ese tal Censo, hecho por el
Fonade en forma precipitada y despaturrada y solo para poder ofrecer 30 mil
empleos en tiempos electorales.
@eljodario
gardeazabal@eljodario.co
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