Según el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Colombia es un líder regional en transformación digital gracias a la apuesta del Gobierno que comenzó en el 2019, relacionada con la implementación de la Inteligencia Artificial (AI) y otras tecnologías disruptivas mediante la aprobación de la “Política Nacional para la Transformación Digital e Inteligencia Artificial”.
Este hito regional resulta
determinante para la recuperación de la productividad de un país que sufrió las
consecuencias de la pandemia de la Covid-19 y que, según el Departamento
Administrativo Nacional de Estadística, DANE, su indicador de productividad durante
el 2021, se situó en el 0.64 %, frente a la estimación del Gobierno
que era de 1,19 %.
Según el AI Global Index de
Tortoise, a nivel
mundial la estrategia de Colombia en AI, ocupa la posición 23, superando a
países como Nueva Zelanda o Japón y siendo el primer país en vía de desarrollo
en esta lista. Sin embargo, hay retos alrededor del aparato productivo
público y privado del país que requieren de prioridad en la agenda de las
organizaciones.
Con una alianza de más de 20 años entre
la firma experta en la gestión e implementación de Infraestructura
TI, ASIC, e IBM, líder en soluciones de infraestructura
TI, identificó los retos inmediatos que enfrenta la industria
nacional para la integración de soluciones tecnológicas en sus
empresas, del país, que
se resumen de la siguiente manera:
1. La
seguridad de la información: las empresas
necesitan un proveedor que les brinde más seguridad y confianza para
administrar y proteger sus datos, el activo más valioso.
2. Ser
pioneros: anticiparse a los cambios,
a las nuevas tecnologías y ser quienes crean estrategias innovadoras para
ofrecer servicios flexibles.
3. Resiliencia: Una
crisis como el inicio de una pandemia o cualquier otro evento inesperado,
necesita de proveedores de tecnología que sean ágiles y respondan más
rápido ante cualquier cambio repentino desde la flexibilización de los
procesos.
4.
Competencias: el reto de cultivar, mantener y replicar el conocimiento
también está en crear planes de retención para colaboradores talentosos, quienes cuentan con las
competencias necesarias para gestionar múltiples tecnologías, aplicaciones y plataformas que
demanda el mercado.
5. Integración: por lo
general, el departamento de TI es quien conoce la importancia de contar con
infraestructura tecnológica altamente eficiente. Sin embargo, los integradores
de tecnología, tenemos el reto de compartir esta
misma visión a los demás departamentos de las organizaciones.
“Creemos
en las empresas que le apuestan a la innovación y las acompañamos en este
proceso. Nuestra alianza está enfocada en la integración de conceptos dentro de
nuestros servicios para ofrecer soluciones que aporten eficiencia en la
operación de las organizaciones que optaron por optimizar el soporte
especializado en sistemas de información e implementación de infraestructura TI
con diferentes modelos de negocio”, explicó Laura Jasbón, gerente de UX y
vocera delegada de ASIC.
Para muchas empresas resulta
complicado identificar en qué proceso en específico contar con estas
herramientas representará un verdadero cambio en la productividad de sus
organizaciones. Por este motivo, desde el partnership entre ASIC e IBM, se comparte
con las $1.063.681 empresas registradas en la Red de Cámaras de Comercio del
País y demás organizaciones interesadas en métodos para identificar cinco
escenarios en los que pueden solucionar problemas de eficiencia a través de la
inteligencia de datos:
1. Datos más
fiables y con una muestra mayor: el big data permite
recopilar un gran número de datos, lo que, ante el análisis de los especialistas
en la materia, favorece a que las muestras revelen más información sobre los
proyectos, servicios o productos que tienen en curso las organizaciones.
2. Estudios
de mercado: en relación con el punto anterior, otra gran utilidad
de la inteligencia de datos es que la información que ofrece permite conocer
las tendencias de cada sector. A partir de allí, se pueden elaborar conjeturas para estudiar qué ha
hecho que la competencia destaque. Cuál es el valor agregado
de la compañía o cuáles
puntos débiles debe evitar la empresa para no repetir los mismos errores.
3. Análisis
del servicio al cliente: cuando hay una empresa con varios agentes comerciales
en diferentes oficinas, es complicado medir qué tan efectivo está
siendo el servicio prestado y cómo es captado por los clientes. El big data permite que se utilicen métodos como robots
a los que se les enseña a captar qué es considerado como una falla en la
atención y, dependiendo del tono
de la voz, la entonación, el volumen, entre otros, contribuye a percibir cuál es la emoción que
más están expresando tanto el agente como el usuario durante la conversación.
4. Optimizar
el rendimiento de las máquinas: Resulta muy útil pues permite predecir cuáles son las
configuraciones adecuadas en los equipos e incluso, a partir de los datos
recopilados, reconoce qué fallas están perjudicando la línea de
producción. Algunas empresas de servicios públicos lo han hecho para dar
seguimiento a las condiciones operacionales y asimismo obtener el equilibrio
entre demanda y suministro.
5. Reducción de costos: encuestas en línea, reunión de documentos y tecnología
de la información son algunas herramientas que hacen parte del análisis basado
en la nube. Este enfoque permite disminuir gastos consolidando un centro de datos en el que las empresas
pueden gestionar sus recursos, evaluar las tareas del personal, controlar el
inventario, entre otros parámetros fundamentales para sus disposiciones.
La nueva era industrial trajo consigo un mundo digitalizado y
computarizado en el que los fabricantes deberán trabajar activamente para
aprender, adaptarse y evolucionar, motivo por el que las firmas invitan a la
industria a implementar la cuarta revolución para obtener un servicio mejor,
más inteligente y más ágil
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