La Alcaldía de Pereira a través de la Secretaría de Desarrollo Social, la Personería Municipal, la Unidad para las Víctimas, la Mesa Municipal de Víctimas, la Defensoría del Pueblo y, desde luego, mujeres víctimas de violencia sexual asistieron a la conmemoración cuyo objetivo es cumplir acciones que dignifiquen a quienes lamentablemente sufrieron este hecho en el contexto del conflicto armado.
Según el registro único de víctimas en Colombia
están registradas 31.303 mujeres víctimas de delitos contra la libertad e
integridad sexual, de las cuales 30.546 son sujeto de atención por parte de la
Unidad por cumplir el requisito para acceder a una ruta de reparación
integral.
Durante la jornada las profesionales psicosociales
de estas entidades del Estado, a nivel nacional y territorial, realizaron
varias sesiones con el objetivo de recuperar el tejido social en estos núcleos
familiares y sanar algunas de las heridas que estas mujeres tienen desde la
época en que se cometieron los hechos hasta la actualidad.
A propósito de esta conmemoración, Ramón Rodríguez
Andrade, director de la Unidad para las Víctimas señaló: “Hemos llegado a esta
población más allá de la indemnización con estrategias transversales; la
recuperación emocional, individual, grupal y comunitaria. Buscamos que las
mujeres alrededor de este hecho victimizante tengan la oportunidad de
reconstruir su proyecto de vida de la mano con los temas relacionados con la
salud física”.
“Par mí este día significa un avance muy importante
en esta lucha contra la violencia sexual: no solamente nos dignificamos como
mujeres, sino que ayudamos a otras personas que sufrieron lo mismo que nosotras
y nos damos cuenta que entre todas podemos salir adelante a pesar de lo sufrido
y de todo lo que hay que reconstruir emocional y físicamente”, comentó al
respecto Katery Albornoz, una de las participantes.
Para este tipo de hechos la Unidad, a través
de su equipo psicosocial, diseñó “Vivificarte”, una estrategia específica,
mediante la cual se contribuye al fortalecimiento de las capacidades de estas
mujeres, reconociendo sus daños y encaminándose hacia un mejor proyecto de
vida.
La jornada se clausuró con una “juntanza”,
conscientes de las afectaciones de las cuales han sido objeto las
participantes, es una unión de mujeres sabedoras y matronas, que en medio de la
camaradería se unieron para sanarse, demostrar fortaleza y avanzar en sus
procesos.
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