La madera decomisada, fruto del riguroso control y seguimiento
que realiza la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC, en
colaboración con la Policía Nacional, para prevenir su extracción y transporte
ilegal, cuenta con un propósito fundamental.
Esta
madera, que alguna vez fue símbolo de la lucha contra la deforestación y el
tráfico ilícito, está siendo entregada a diversas entidades con el objetivo de
darle un uso social.
En
las ocho Direcciones Ambientales Regionales de la CVC, estas tablas y troncos
se transforman en recursos valiosos para proyectos comunitarios, brindando una
segunda vida a lo que antes era un símbolo de pérdida ambiental.
Es
importante destacar que desde el año 2015, la CVC y la Policía Nacional han
intensificado sus esfuerzos para controlar y monitorear la extracción y
transporte ilegal de madera en la región. Los resultados se han visto en el
decomiso de grandes cantidades de material forestal, el cual se almacena en
sedes de la CVC.
Con
el objetivo de darle un uso social a esta madera decomisada, la CVC ha
establecido convenios con varias administraciones municipales y entidades del
departamento del Valle del Cauca y, en esta ocasión, con el Instituto Nacional
Penitenciario y Carcelario, Inpec, del municipio de Guadalajara de Buga.
Este
convenio permitirá que la madera entregada pueda ayudar en la resocialización
de las personas privadas de la libertad, quienes la utilizarán para hacer
artesanías y suplir algunas necesidades del establecimiento, como la fabricación
de mesas para audiencias y áreas de educación.
Además,
la CVC no solo entrega la madera, sino que también realiza un seguimiento
riguroso a los trabajos que las administraciones municipales llevan a cabo con
este material. Los profesionales de la Corporación supervisan y controlan el
uso de la madera para asegurar que se utilice de manera adecuada y eficiente,
garantizando así que los proyectos cumplan con los objetivos sociales y
ambientales establecidos.
Con
este enfoque integral de la CVC, se evidencia que la madera decomisada no solo
representa la victoria sobre la ilegalidad, sino también una oportunidad para
construir un futuro más sostenible y solidario, así como un compromiso continuo
con la protección del medio ambiente y el bienestar de las comunidades del
Valle del Cauca.
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