Más de 15 familias de la comunidad indígena Aizama, del
resguardo Nasa Embera Chamí, se beneficiaron con la construcción del acueducto
Loma Alta, el cual ha mejorado su calidad de vida desde hace aproximadamente un
año. Esta población habita en el corregimiento de La Delfina, kilómetro 44+600
sobre la vía al mar, zona rural del Distrito de Buenaventura.
Para
la CVC es fundamental que la gente tenga agua potable porque el Valle del
Cauca, a pesar de ser rico en afluentes, tiene varios sectores que no cuentan
con el preciado líquido potabilizado. Esta necesidad satisfecha de las
comunidades originarias es una forma de que sigan contribuyendo con el cuidado
del medio ambiente, en conjunto con la autoridad ambiental.
José
Gustavo Parra, autoridad del resguardo, afirmó: “el acueducto ha sido de
beneficio porque antes teníamos que ir a la quebrada por agua. Nuestra vida
está mucho mejor por tener el agua suficiente para las viviendas, nuestros
emprendimientos y la alimentación, además podemos beneficiar a unos campesinos
que están cerca. El agua es para cuidarla y compartirla”.
Este
acueducto se diseñó en el año 2022, en el marco de un convenio, y en el 2023 se
entregó a la comunidad indígena. “El sistema consta de una bocatoma y una
aducción o red que termina en el tanque de almacenamiento, además cuenta con la
línea de conducción hacia las viviendas”, expresó Juan de Jesús Salazar,
funcionario de la Corporación.
La
conservación de los recursos pasa por mejorar la vida de quienes cuidan los
territorios y esa sigue siendo la apuesta de la CVC para estar más cerca de la
gente. De esta manera, se cuida la biodiversidad del Valle del Cauca y se
interviene de manera integral en lo ambiental y social.
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