Por : Gustavo Álvarez G / Lo sucedido en Buenaventura la tarde y noche del
viernes anterior puede ser visto como muy grave por quienes nos atrevemos a
calificar el vulgar desconocimiento que se tiene de la idiosincrasia negra del
puerto Pero también puede ser calificado ,sin ambages, de muy significativo de
la capacidad de equivocación del gobierno Santos, sus ministros,sus comandantes
y sus áulicos provinciales.
Todos tienen la culpa del caos negro que se apoderó
de Buenaventura el viernes. Tienen la culpa los que organizaron el paro y no
han conseguido demostrar liderazgo sensato sobre una situación tan difícil,
aunque tan explotable para el futuro del puerto sobre el Pacífico. Pero
también tienen la culpa los sacamicas de la Secretaría General de la
Presidencia que en ausencia del presidente Santos asumieron desde un escritorio
bogotano un problema que no podían manejar a las patadas.Y lo tiene la Policia
que debe saber que no todas las barricadas a desbaratar son iguales.
Aunque en este momento nadie quiere asumir la
responsabilidad de la tremenda equivocación de haber mandado el Esmad a abrir
las fauces del monstruo que encierra la turbamulta negra del puerto,los
registros mediáticos colocan a Dilliam, la gobernadora, dando explicaciones con
brios de yegua de fino paso castellano sobre la estúpida razón que la
llevó al pedirle a la Policía que desbloqueara la carretera y la ciudad
puerto.Según ella, los organizadores del paro se habían levantado de la mesa y
el poder represivo era la única respuesta de los gobernantes.
Volver al diálogo garantizando promesas y no
amenazas.Conversar con criterio práctico, no con idealismos episcopales, es la
única senda a seguir.
@eljodario
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