EL JODARIO / POR GUSTAVO ALVAREZ G / Los sociólogos que antes estudiaban el comportamiento
de los distintos grupos de la sociedad estarían de plácemes analizando el
carácter amoral de los señores feudales de Cali, quienes con infinita habilidad
descubren las grandes equivocaciones ( que para otros serían delitos) y las
convierten en sonoros aciertos.
Hace un tiempo denunciamos aquí como en la alcaldía de
Cali habían patrocinado que los manejadores de la empresa mixta Metrocali,que
opera el MIO, el trasporte masivo de la ciudad ,firmaron un dizque
contrato interadministrativo, que no costaría un peso a sus arcas,
con una fundación catalana que los asesoraría en sacarlos de la olla donde
están desde antes que comenzaran a operar. Aquí puse sobre el tapete la
responsabilidad del presidente de Metrocali, Armando Garrido y de su jefe
jurídica Nohora Acero en tal exabrupto.
Fue tan evidente el fracaso de esa gestión que el
alcalde Armitage terminó por sacar al señor Garrido y, quien lo reemplazó,
acaba de anular el contrato con los catalanes porque la tal fundación no era
del ayuntamiento de Barcelona y como tal no podía haber sido manejado
como “contrato interadministrativo” y le causaba honorarios a los caleños
( de 1.5% sobre todo gasto contratado).Es decir ,no era gratis, como nos
lo habían presentado.
Por supuesto como esa
barrabasada fue hecha por uno de los miembros activos de la sociedad feudal que
aun maneja los hilos de Cali, ni es delito ni es punible y muy probablemente a
sus geniales autores y promotores ya les deben estar buscando puesto en otro
pedestal.
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