La pedorrera que se está formando con el destape de la telaraña
de la justicia y la cascada de referencias a las tarifas que han cobrado
por años para ejercerla, pone en peligro la estabilidad del estado hasta el
punto que nos veamos abocado a su derrumbe. Como la institucionalidad del país
está montada sobre 3 poderes, el judicial, el legislativo y el ejecutivo y la
interrelación entre ellos es el fundamento del estado, el que una de ellas
cojee, hace inevitable que en las otras dos pase lo propio, sobre todo porque
la vagabundería de los “cupos indicativos” con los cuales reparten el
presupuesto y compran la obediencia de congresistas, diputados y concejales
está vergonzosamente vigente y cuidadosamente amparada por los
contratistas del ejecutivo.
DOÑA OFELIA LA DEL CALI
Esta semana murió en Cali, a los 93 años, doña Ofelia Salazar,
otrora líder cívica del casi desaparecido Barrio Industrial, pero sobre todo,
la gran abanderada del Deportivo Cali. Con una dignidad y un entusiasmo que no
perdió nunca, doña Ofelia les dio hace 40 años cátedra de pasión y
fanatismo por el Cali a las barras bravas que hoy se agarran de las mechas.
Cocinera sin igual, ofrecía su plato de sancocho negro, hecho con vísceras de
cerdo, a sus amigos del alma, comenzando por José Pardo Llada, que la llevó
como suplente al Concejo de Cali en representación “del equipo amado”. Me
afecta su muerte porque con ella no tuvimos sino apoyos mutuos. Gratitud
eterna.
A JESUSA LE TOCÓ EL TURNO
0 comentarios:
Publicar un comentario