Tomado de El Especrador / Miguel Ángel López no tiene límites. Cuando llega la alta montaña el
colombiano vuela por las carreteras, le
hace honor a su apodo: Supermán. Pocos pueden seguir su ritmo cuando imprime toda su potencia
y los que lo intentan quedan estacionados en el pavimento como le sucedió a
Adam Yates. El boyacense dio cátedra en Sierra Nevada y logró su segunda
victoria de etapa en la Vuelta
a España.
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