Hace unos años, cuando Sergio
Fajardo era alcalde de Medellin, arrancaron los árboles del sardinel
central de la Avenida Oriental de la capital antioqueña y los reemplazaron
por unas pirámides en cerámica pequeñita y multicolor, de esas que antiguamente
usaban en los baños.El escándalo no se hizo esperar. Las pirámides eran a
más de un estorbo para que nadie pasara de un lado al otro de la
congestionada avenida, un ejemplo de hasta donde el criterio administrativo
de Sergio Fajardo se imponía por encima de valores estéticos o del
fundamental respeto a la naturaleza.
Este fin de semana anterior, y
por paradójica coincidencia, mientras matemáticamente César Gaviria y la
oligarquía que ha manejado al régimen que hoy nos asfixia, se pusieron de
acuerdo y con el apoyo de la encuestadora del Grupo Empresarial lo
señalaron como el candidato de ellos, el actual alcalde de Medellin,
Federico Gutiérrez anunció que las pirámides de Fajardo en la Avenida
Oriental serían derruídas y en cambio serían nuevamente sembrados
unos árboles que reemplacen los que arrancaron y así Medellin,
dizque recuperará el verde que el cemento y el afán mercantilista le
arrebataron.
No se sabe si Federico quiera de
esa manera mostrar su oposición a la posibilidad de que Fajardo sea el candidato
presidencial que Gaviria y los oligarcas creen imperdible, o sea
solo una pura coincidencia. Pero lo que si sabemos todos es que
el cuento de las pirámides en la Avenida Oriental, como el de las
bibliotecas hechas a las carreras para que se descaracharan en tres años,
van a ser tema de la campaña presidencial que se avecina.
@eljodario
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