Si de verdad se quiere la paz, la JEP es necesaria.
Allí no solo se juzgarán a los guerrilleros para sancionarles
o perdonarles por sus excesos. Allí también irán los soldados que
hicieron la guerra y se excedieron amparados por el estado. Sin embargo la
polarización del país frente a la guerra ha convertido, exageradamente, a la
JEP en el instrumento perverso para imponer los acuerdos de La
Habana y salvar a los guerrilleros de la cárcel .
Por consiguiente, de acuerdo a como esa Justicia
Especial para la Paz funcione, sabremos si harán trizas o no la paz o
encontrarán el punto medio que muchos deseamos. Ya Santos se va en 40 dias y
las mayorías que tuvo en el Congreso ahora se pasaron para la coalición de
derecha que preside Uribe y como habían dejado para última hora la aprobación
del reglamento de la JEP, tuvieron el escenario preciso para cambiar de
criterio y reconocer la nueva realidad política.
Por eso, la actuación del Congreso el pasado lunes,
al día siguiente de la elección mayoritaria del nuevo presidente de la
república, de pasar a la nueva legislatura ( que se inicia el 20 de julio) la
discusión de la reglamentación de cómo es que la JEP va a funcionar,
puede considerarse como muchas cosas a la vez. Puede ser juzgada como un acto jurídico
de cumplimiento, como un acto prudente de diálogo con el nuevo presidente, como
un golpe a Santos y sus afanes de meter la impunidad envuelta en la paz o, como
lo que verdaderamente es: el primer escalón para desmontar la JEP.
Para poder reformar hay que parar.Y si se quiere
cambiar la Justicia Especial,que tanto les fastidia a los ganadores del 17J,era
necesario parar la discusión y pasarla al estadio en donde las nuevas mayorías
reinarán a partir del 20 de julio.
@eljodario
gardeazabal@eljodario.co
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