Como en este país todo lo del pobre es robado,
ahora les ha dado a los economistas apostadores por dudar si las remesitas
mensuales que los colombianos de la diáspora envían a sus familias no son parte
de lo que les pagan en Estados Unidos, en Europa,en Chile o en Japón, por
trabajar dos y tres turnos al dia,sino que son dizque una manera de entrar la
plata del narcotráfico, que abunda en esos países consumidores de cocaína.
Si esos economistas adivinadores ,que se olvidaron
del oficio de estudiar el comportamiento de las distintas variables de la
economía, estudiaran en detalle visitando en campo las horas que tiene que
trabajar un colombiano de Medellín en un restaurante del barrio de Queens en
Nueva York, o un valluno en una fábrica de fajas y corsés en Atlanta,
para poderle mandar 300 dolaritos a sus hijos ( que cría la abuela en
Colombia) o los 200 para el hermano sin puesto, mientras él trabaja allá, estoy
seguro que no andarían creando las falsas noticias de que los exportadores de
las 600 o 1.000 toneladas anuales de cocaína los están usando como correos
contables. Deberían enterarse que la cocaína colombiana la pagan los mexicanos
o los rusos como grandes intermediarios, y no la pagan en USA ni en Amberes al
menudeo, como dicen que hicieron con Santrich. Pero si además verifican el
aumento de las sumas que giran desde hace año y medio los colombianos en
Estados Unidos y el estancamiento o disminución de la cantidad que mandan los
colombianos de la diáspora en Alemania o en España durante el mismo lapso
,entenderán que con Trump las cosas mejoraron en Usa y empeoraron en Europa.
.No sean perversos, no estigmaticen a los millones de compatriotas que
trabajando de sol a sol, lejos de sus hogares, le han aportado en los últimos
20 años un cambio de status a sus familias trabajando en otros países para
enviar remesas.
@eljodario
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