La tibia declaración del presidente electo y de su
vicepresidenta, en ocasión de la renuncia del expresidente Uribe a su curul
como senador, no mencionó para nada este hecho contundente de la política
y prefirió irse por las ramas de la prudencia para darle un flojo apoyo a
través de la eterna tesis de la presunción de inocencia.Eso me hace pensar
que el doctor Duque y Martha Lucia no saben leer el panorama
político que acaban de enturbiarles a 10 dias de su posesión o se
acercan precipitadamente ,( mucho antes de lo que tantos sospechábamos), al
abandono de su mentor.
Si las leyes hubiesen quedado bien redactadas,y los
togados hubiesen elegido a tiempo los miembros de la nueva “Sala de
Aforados”,el expresidente Uribe no habría tenido que renunciar a su curul y
habría sido procesado por esa sala. Buscando o no una salida que la oscuridad
de la norma permite,el expresidente parece haber logrado irse a la justicia
ordinaria escapándose del cerco que todos veíamos que los togados le estaban
montando, mientras desde las galerías, como en el circo romano, los aupaban
para que actuaran.
Pero como además de esa argucia jurídica el
expresidente buscaba resaltarle a Duque y Martha Lucía que se quedaban sin la
cabeza visible del Congreso, la declaración dada por quienes se posesionan al
mando de la nación el 7 de agosto resalta mas aún por blandengue y por evadir
mencionar el jaque en que han quedado colocados ,políticamente, por el
movimiento de las fichas en el tablero de los togados.
Obviamente a cualquier colombiano con un dedo de
frente no se le escapa que en el régimen de pesos y contrapesos que rige en
nuestro país, la Corte Suprema ha dado un paso hacia la trinchera ante la
repetida amenaza del presidente electo de acabar con las Cortes y volver a la
Constitución de 1886.Quiere defender sus fueros y ha tocado al intocable para
medirle el aceite al nuevo gobernante. ¿Entienden ?
@eljodario
gardeazabal@eljodario.co
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