Mañana 7 comienza el partido, y como sucede en
todos los de fútbol que se juegan en el mundo, el árbitro echará al aire la
moneda para saber si es cara o sello y si la portería la tendrán los de la
izquierda o los de la derecha.A un lado estarán los ganadores de las
elecciones, reforzados de palabra por el apoyo de muchos de los que perdieron y
alentados porque al director técnico lograron convencerlo que no se retirara
faltando días para el partido, aunque no se sabe si seguirá siendo solo un
consueta durante los 4 años que dura el juego, (porque la comisión arbitral lo
tiene entre ceja y ceja), o si será un jugador de tiempo completo
para deleite de las tribunas o solamente actuará cuando haya necesidad de consolidar
la venganza que los nutre. Eso sí, tendrán el apoyo total de radio y tv y
tienen la oferta de conseguir con pautas y contratos, mermeladas o
guiños de ojo, el respaldo de todos los otros medios, que pasan afugias
económicas por estos días. Salvo un jugador, la alineación que
muestra es netamente corporativa, extraída de las canteras de los gremios ,no
de los que habían venido entrenando hace años para jugar partidos como el que
comienza mañana.
Al otro lado van los
perdedores, sin refuerzos ,sin medios de comunicación, utilizando
peligrosamente las redes con lenguaje desfasado, pero alentados disímilmente
por un antiguo provocador, curtido en teorías de las formaciones
leninistas de hace 100 años. No se les conoce la alineación y apenas si se sospecha
que tendrán respaldos en viejos jugadores de las divisiones inferiores, que
fueron derrotadas porque solo jugaban en las montañas de Colombia. Empero su
mayor dificultad va a consistir en que no se sabe que funciones
desempeñarían sus jugadores porque el
director técnico es jugador, es apostador, posa de narrador, no tiene uniforme
y cuando juega ,nunca pasa la pelota.
@eljodario
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