La elección de Contralor General de la República presenta ,en
esta oportunidad, a más de nuevos ingredientes en su proceso de selección,la
posibilidad del primer enfrentamiento entre los sectores en que ha ido
precipitadamente delimitándose el uribismo y, a su vez, la opción de
saber qué tan fuerte o débil es la coalición que apoya al presidente Duque en
el Congreso. El hecho de que el Contralor sea elegido en sesión conjunta de
ambas cámaras y de una lista preseleccionada por la UIS y sobre la cual
elegirán en la primera ronda de votación los finalistas, pone el proceso en
lugar de especial atención.
Para la dignidad del expresidente Uribe el hecho de que el
Contralor sea elegido de entre sus huestes puede resultar incomodo y
desacreditante ya que ,más de una vez, se la ha escuchado que quien controle
los actos del gobernante no puede ser del mismo partido del presidente. Sin
embargo para la necesidad de todos los congresistas que de una u otra manera
gozaron de la mermelada en los últimos 8 años, quien ocupe ese cargo debe
surgir de sus entrañas y así garantizarles que no se revuelque con investigaciones
y afirmaciones el inmediato pasado, mucho más ahora que la línea vengativa del
presidente del Senado tuvo balcón para pregonar y pedir castigo para las
exageraciones del gobierno anterior.
Por el lado de las fuerzas fraccionadas del Centro Democrático existe
la posibilidad de unificarse respaldando a Pepe Lafaurie y por la de
los derrotados en la contienda presidencial ( pero mayoritarios en el Congreso)
la de irse con Pipe Córdoba .Ambos fueron vicecontralores. Ambos generaron
opinión y controversia en sus actuaciones anteriores, el uno de presidente de
los ganaderos y el otro como Auditor General de la Nación. Unos dicen que quien
define es el guiño de Duque,otros que el dedo de Uribe y algunos mal pensados,
que la mano del hijo de Fabio Echeverri.
@eljodario
gardeazabal@eljodario.co
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