Cuando Alvaro Uribe era presidente, y
había un ejército en guerra, se ingeniaron una manera juiciosa de salvaguardar
el oleoducto Caño Limón-Coveñas, con destacamentos militares, controles de
bombeo,puestos de mando, helicópteros y voluntad patriótica y les dio
resultado, disminuyendo en un alto porcentaje los ataques terroristas. Ahora
que han vuelto a arreciar esos atentados del ELN y se causan terribles daños a
la ecología y a la tranquilidad de quienes viven cerca del tubo, ni el ministro
de Defensa ni el Comandante de las Fuerzas Armadas han buscado en los archivos
del ejército para copiar,mejorando,el procedimiento que permita librar la
batalla contra quienes le hacen tanto mal a la nación.
Probablemente porque al gobernante se
le olvidó anunciarles por los canales burocráticos a los comandantes de las
fuerzas que rotas las conversaciones de paz con los elenos y producido el
asesinato de los 22 cadetes de la policía, la guerra contra ese grupo
guerrillero había vuelto a empezar,no se le ha oído ni al gobernante ni a su
ministro ni a sus comandantes sobre la implementación de un plan similar al que
Uribe adoptó siendo presidente.
La existencia ahora de satélites, de
visores nocturnos, de helicópteros de última generación, de drones y de un
ejército desocupado parece no servirle a quienes tienen que librar la guerra
por el resto de ciudadanos saliendo a defender el tubo.Si le preguntaran
al hoy senador Uribe como fue capaz de montar ese plan de defensa ,y conseguir
palpables resultados, sin contar entonces con tanta modernidad como hay
ahora,seguramente que las ordenes se darían. Pero no tienen ganas ni de
preguntarle a Uribe ni de librar la guerra y mucho menos de ganarla
porque si así fuera ya estuvieran los 750 kilómetros del tubo, desde Arauca
hasta Coveñas, vigilado por las fuerzas constitucionales.
@eljodario
gardeazabal@eljodario.co
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