Un par de libros de reciente factura me han puesto a cavilar en
la eterna pregunta sobre nuestros ancestros. El primero de ellos es una
divertida revisión de la historia de España escrita por el conocido novelista
Arturo Pérez Reverte y publicada por Alfaguara. En un lenguaje muy de
Carabanchel ,pero cargado de humor crítico, Pérez revisa la historia de su
patria para sacar entre otras muchas conclusiones la que más nos importa a
nosotros : España ha sido un país en donde todo lo han resuelto a lo largo de 800
años con guerras civiles. Los diálogos no se dan sino después que se han matado
( como en Colombia).Las diferencias se arreglan polarizando primero y después a
bala ( como en Colombia).Y, además, que el desarrollo de la Hispania romana y
de la España castellana ,y de la de ahora, se ha dado porque siempre han
tenido esclavos ( sudacas o africanos) que les permitan disimular la pereza
que los caracteriza.
El otro libro “Orígenes” de Lewis Dartnell es una
juiciosísima revisión de la influencia de la tierra en la evolución del hombre
y de la historia. Mostrando que las siembras primitivas fueron al pie de los
cinturones de fuego o que la evolución de los homínidos se produjeron
gracias a las fracturas continentales que separaron, por ejemplo a América de
Asia y de Africa.Y llegando a demostrar al mismo tiempo que lo cambios
climáticos han sido producidos cíclicamente por la congelación o
derretimiento de los polos y que la historia del hombre es la historia de hasta
donde ha llegado el hielo.Con todo ese andamiaje y muchos más, pone al lector a
meditar en cuanta exageración nos han metido sin primero haberse puesto a
coordinar la evolución de la tierra,de sus suelos, de sus volcanes, de sus
mares, de sus polos.
Son
un par de libros para pensar por un rato y no tragar entero como ordenaba
la santa madre iglesia desde los púlpitos ( ahora los obispos pagan aviso de
página entera en El Tiempo)
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