No hay nada que
espante más lectores de una columna como esta que tratar temas repetidos así
sea que ellos no hayan tenido solución o hayan evolucionado para algún
lado equivocado.Me excusarán entonces los lectores que vuelva a hablar del
tal Censo que contrató el presidente Santos y que este gobierno ,a
través del gomelo director del DANE, ha preferido remendar permanentemente en
vez de anularlo de una vez por todas.Pero tengo que volver a hablar de
él porque se supo este lunes que ese tal Censo cometió un genocidio
étnico al conseguir hacer desparecer a por lo menos 1.300.000 colombianos de
piel oscura por un dizque error en la conformación del cuestionario que
elaboraron a las carreras.
Con
semejante chasco, más los otros fallidos resultados, el presidente Duque
debería haber declarado nulo el tal Censo de Santos.Pero ya sabemos que en
Casa de Nariño todavía están en campaña electoral o acaban de posesionarse. Y
no es exageración mia, ni un tema que yo repita, este gobierno va como el
cangrejo: de para atrás . Compruébenlo leyendo el discurso que les dio a los
alcaldes y gobernadores para “ conversar”. Es exactamente la misma palabrería
vaga que dijo durante la campaña y que mostró como gran abanico
de opciones para el país el 7 de agosto de 2018.
Con una terquedad
rayana en la demencia ha vuelto a decir, después de la derrota del 27 de
octubre y del paro mayúsculo del 21 de noviembre, que va a conversar con el
país sobre los mismos temas de siempre: educación,corrupción, paz con
legalidad, biodiversidad,crecimiento con equidad.En otras palabras así el tal
censo resultara un genocidio étnico y se haya tragado millón y pico de
morenos y, sobre todo que hayan trascurrido 16 meses de mandato,aquí
puede haber pasado de todo,pero no ha pasado nada, absolutamente nada y
parece que tenemos que volver a empezar.
|
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario