El artículo anterior, sobre la ansiedad en tiempos del Covid-19, lo
finalizaba con la siguiente pregunta: ¿se puede ayudar a las personas a superar
las reacciones ansiosas no adaptativas generadas por la pandemia y la
cuarentena que vivimos en la actualidad? La respuesta es contundente: sí. Lo
primero es entender un concepto: el ser humano es una unidad integrada por
varios componentes, como el cuerpo físico, mental, emocional, ecosocial y
espiritual. Investigaciones realizadas en diferentes universidades del mundo, y
que se han ido validando a través de la práctica clínica, demuestran que el
enfoque holístico o integrativo para abordar los trastornos o las enfermedades
que aquejan al ser humano no es solo una opción, sino que es la única vía para
tratarlos de manera adecuada. Por esa razón, es inconcebible que en cualquier
institución de salud general, los especialistas en el área de la salud mental
no formen parte del staff, brindando
acompañamiento para la recuperación de la enfermedad.
En la ansiedad producida por la cuarentena tenemos que manejar los cinco
componentes mencionados; comencemos con el primero: el cuerpo físico. En su
sátira X, el cómico romano Décimo Junio Juvenal expresó que Mens Sana in Corpore Sano, que significa
“una mente sana en un cuerpo sano”. Unos siglos antes, Hipócrates –el padre de
la medicina, que vivió entre los años 460 a 370 a.C. – sentenció: “Que tu
alimento sea tu medicina, y que tu medicina sea tu alimento”. En el manejo de
cualquier trastorno o enfermedad –y, por supuesto, en el caso de la ansiedad–
el cuidado del cuerpo físico y la alimentación tienen plena vigencia. ¿Cómo
cuidar nuestro cuerpo en la cuarentena? Tome en cuenta las siguientes
recomendaciones. Primero, siga su rutina habitual (levántese a la misma hora, báñese,
vístase; y respete los horarios de comida).
Segundo, haga una rutina de ejercicios físicos; tercero, póngase en
contacto con la luz solar o la naturaleza (en la medida de lo posible); cuarto,
aliméntese de manera saludable y manténgase bien hidratado; quinto, duerma de 6
a 8 horas diarias. En la alimentación, evite o disminuya (siempre y cuando se
pueda) la ingesta de los productos sugeridos a continuación: grasas, vísceras,
charcutería; estimulantes (café, alcohol, energizantes, bebidas gaseosas); sales
y azúcares; productos artificiales; enlatados o productos con aditivos. En la
dieta se debe priorizar el consumo de proteínas que contengan menos grasas
(pescado, huevos, derivados); cereales, legumbres, verduras, hortalizas y
frutas; frutos secos (almendras, nueces); agua, zumos, infusiones no
estimulantes; aceite de oliva, semillas
y nutrientes (calcio, omega-3, magnesio y vitamina B). El cuerpo es el vehículo
donde habita el ser. Cuídalo para conserva tu salud integral.
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