Una vez más el Centro Regional de Atención a Víctimas de esta capital fue epicentro de aplicación de una novedosa estrategia psicosocial, “Más Valía”, dirigida de manera específica a personas que presentan diferentes tipos de discapacidad, incluidas en el Registro Único de Víctimas.
El objetivo principal del encuentro era contribuir
a la reparación integral de las víctimas del conflicto armado con discapacidad,
aportando a la construcción de un sentido reparador y transformador de los
recursos de indemnización de las víctimas participantes, fortaleciendo sus
proyectos de vida, su capacidad de empoderamiento y fortaleza de sus
capacidades.
“Desde la Unidad venimos trabajando en espacios en
los cuales aplicamos el enfoque diferencial para que de manera prioritaria
estas víctimas sean sujeto de atención y puedan acceder a diferentes beneficios
para mejorar su calidad de vida. A pesar a las limitaciones, estas personas que
presentan discapacidad nos siguen demostrando todos los días que cuando se
quiere se puede y son ejemplo de vida para todos”, dijo Luis Alberto Donoso,
director territorial de la Unidad para las Víctimas en el Eje Cafetero.
Las víctimas con discapacidad son aquellas personas
que, además de haber experimentado los hechos victimizantes, presentan
deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que,
al interactuar con diversas barreras, participan plena y efectivamente en la
sociedad en igualdad de condiciones con las demás.
La estrategia se desarrolla en varios momentos. El
primero de ellos consisten en reconocerse: consejería entre pares y cuidado al
cuidador, un espacio para apoyo emocional mutuo que fortalece el sentido de
autogestión y participación; el segundo es el de reinventarse, abordando la
trayectoria de vida y el tercero es el de proyectarse, mediante una inclusión
productiva hacia la sociedad.
“Ser víctima es complicado y serlo con discapacidad
limita aún más las posibilidades de salir adelante; sin embargo, todo este tipo
de espacios nos ayudan a tomar fuerzas y a seguir luchando por los sueños como
cualquier otro ser humano, nos toca duro, pero no podemos darnos por vencidos¨,
argumentó Carlos Martínez, uno de los asistentes a la actividad.
Cerca de 20 personas que presentan
diferentes tipos de discapacidades y sus cuidadores hicieron parte de esta
iniciativa, provenientes de municipios como Dosquebradas, Santa Rosa y Pereira,
que poco a poco se llenaron de argumentos para seguir aprendiendo con el fin de
mejorar su bienestar en las tareas cotidianas que desempeñan como parte activa
de la sociedad.
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