Un total de 51 familias pertenecientes a la comunidad indígena embera que habita en el territorio de Kanchidó, en Bajo Gitó, Pueblo Rico, Risaralda, recibieron de parte de la Unidad para las Víctimas kits de alimentación para por lo menos un mes.
Este kit conformado por granos, sal, azúcar,
aceite, harinas, enlatados, maíz, avena y elementos de aseo, entre otros,
beneficiarán a más de 200 indígenas que conforman estos núcleos familiares y
que se encontraban desde el pasado 1 de junio en el corregimiento de Santa
Cecilia.
“Gracias al trabajo articulado con el nivel
central, logramos que estas familias que se encontraban en condición de
desplazamiento regresaran a sus territorios ancestrales. Esperamos que estas
situaciones no se sigan presentando y el compromiso es trabajar con las
autoridades indígenas para que su permanencia en los resguardos sea una
realidad”, argumentó Laura Moreno Mejía, directora territorial de la Unidad
para las Víctimas.
La Unidad para las Víctimas realiza reuniones y
mesas de trabajo permanentes con las comunidades ancestrales en las
inmediaciones entre Risaralda y Chocó, buscando salidas definitivas a las
problemáticas de las comunidades que se encuentran en los
resguardos.
Las estrategias de reparación colectiva que se
aplican en el territorio y los distintos retornos adelantados por las entidades
del Estado en cabeza de la Unidad también han reforzado el proceso de gobierno
propio con estas comunidades indígenas.
Otros de los elementos entregados a las familias
fueron: colchonetas, cobijas, sábanas, toallas, vajillas, ollas, calderos,
cucharones, cuchillos, tablas de picar y escurridores.
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