El universo está conformado por partículas de energía que se encuentran en constante movimiento vibratorio; y la rapidez es la que determina la frecuencia vibracional.
El físico Serbio y nacionalizado en EE. UU. Nikola Tesla (1856-1945) acuñó una frase que es un referente para quienes estudian desde el punto de vista científico los fenómenos que suceden en el cosmos, para tratar de darles una explicación con base en la evidencia experimental: “Si quieres encontrar los secretos del universo, piensa en términos de energía, frecuencia y vibración”.
Este concepto convirtió a Tesla
en uno de los más grandes genios de la historia de la humanidad; su legado es
muy amplio y a él le debemos inventos prodigiosos y de gran beneficio como la radio,
el bulbo fluorescente, los rayos X, la corriente alterna, las
telecomunicaciones inalámbricas, el motor eléctrico y las lámparas de neón.
Basándose en gran medida en el concepto esbozado por Tesla, el psiquiatra norteamericano David R. Hawkins, después de más de 20 años de estudios con sus pacientes, llegó a una conclusión que corrobora lo que han planteado intuitivamente desde hace miles de años las tradiciones espirituales orientales y occidentales: los humanos, como integrantes del universo, también son energía, y tanto los pensamientos como las emociones se mueven en frecuencias vibratorias dependiendo de la manera como son expresados por una persona.
Él dice que la respuesta kinesiológica (medición de la actividad
muscular) refleja la capacidad del organismo humano para diferenciar no solo
los estímulos positivos de los negativos, sino los anabólicos (que mejoran la
vida) de los catabólicos (que consumen la vida), y que esta respuesta ocurre
con estímulos tanto físicos como mentales. Con esta información creó el test Los campos de energía de la conciencia. Encontró
17 estados o niveles, que van desde 0 Hercios Hz (que es la unidad de frecuencia de un fenómeno periódico en
la unidad de tiempo de 1 segundo) hasta los 1000 Hz.
Lo interesante de sus hallazgos es que cuanto más bajo es el nivel en el que vibra una persona (por ejemplo, en 20 Hz‚ que corresponde a la emoción de la vergüenza), mayores probabilidades tendrá de enfermar; mientras que si se encuentra en niveles más altos (como es el caso de la alegría‚ que se sitúa en 540 Hz), será un individuo más activo, propositivo y consciente de sus potencialidades.
Lo más importante de esta conclusión es que,
a través de muchas estrategias (como tener pensamientos positivos, llevar una
dieta sana, hacer una rutina de ejercicios, practicar técnicas de
interiorización), las personas pueden elevar su nivel vibracional, para tener
una vida más placentera y saludable. www.urielescobar.com.co
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