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integrantes de la comunidad indígena Emberá Katío, entre hombres, mujeres,
niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos mayores, retornan a su resguardo,
ubicado en el Alto Andágueda, departamento del Chocó, entre este martes 23 y el
jueves 25 de mayo, acompañados por la Alcaldía de Medellín y toda una oferta
institucional que busca garantizar la protección y el restablecimiento de sus
derechos.
El
recorrido, que será de más de 12 horas y pasará por el resguardo indígena
Dokabú de Pueblo Rico, en Risaralda, y que continuará hasta las zonas de
resguardo de cada una de las familias, implica una gran disposición de recursos
humanos, técnicos y presupuestales de diferentes dependencias del Distrito de
Medellín, como la Gerencia Étnica y la Secretaría de Gobierno, liderados por el
Equipo de Atención y Reparación a Víctimas de la Secretaría de la No-Violencia.
Para
acompañar este proceso de retorno voluntario de forma digna y garantizando la
seguridad de los indígenas, la Administración Distrital ha trabajado durante
más de cuatro meses, brindando toda una oferta de atención, que permitió
concertar este retorno a través de varias mesas de diálogo con los líderes de
la comunidad, además de la ejecución de acciones previas de alistamiento y
articulación de la oferta, con las entidades involucradas en este traslado como
el ICBF, la Unidad Nacional de Atención y Reparación a Víctimas (UARIV),
Personería de Medellín, Defensoría del Pueblo, Gobernación de Antioquia,
Alcaldías y Gobernación del Chocó.
“Esto
es un trabajo de meses en donde la Secretaría de la No-Violencia pone a
disposición el saber hacer de un equipo de retorno y reubicaciones que
permitirá aportar a la sostenibilidad del retorno y contribuirá a que estas
personas que van de Medellín al Chocó tengan oportunidades en el territorio. Y
por eso, hacemos el llamado a las diferentes entidades del nivel departamental
en el Chocó, pero también, a las entidades del nivel nacional, para que
colaboremos y coordinadamente logremos que se den todas las garantías de
sostenibilidad de la comunidad Emberá Katío en su territorio ancestral. Esta es
la mejor manera para garantizar sus derechos y que así, puedan realizar sus
proyectos de vida, conforme a sus usos y costumbres”, dijo Jorge Iván Palomino,
subsecretario de Construcción de Paz Territorial.
Para
el traslado de toda la comunidad y sus maletas se utilizarán 30 buses y
camiones. Las familias contarán con alimentación durante el retorno, además de
paquetes alimentarios que serán entregados en Dokabú. Se dispusieron más de
tres mil costales para el embalaje y 210 maletas, kits diferenciales para las
familias que tienen integrantes de primera infancia que incluyen pañales
desechables y teteros, kits de vivienda que incluyen tejas y herramientas para
la adecuación de sus hogares, kits de herramientas agrícolas, kits productivos
con chaquiras e hilos para sus tejidos, kits de telas y cintas para los
vestuarios femeninos, dotación de instrumentos musicales y kits de dotación
comunitaria.
Históricamente,
Medellín ha sido epicentro de llegada de comunidades indígenas desplazadas por
la violencia, por lo que el Distrito
ha activado de manera permanente rutas
de atención inmediata de acuerdo lo establecido en la Política Pública de
Asistencia, Atención y Reparación a Víctimas; sin embargo, los riesgos y
vulnerabilidades de esta comunidad son estructurales e históricos por la falta
de garantías en su territorio ancestral, por lo que terminan desplazándose a
las grandes ciudades en búsqueda de condiciones para la garantía de sus
derechos fundamentales como la alimentación, vivienda, salud, y trabajo.
“Esperamos
que esta comunidad pueda retornar con dignidad y seguridad, le solicitamos al
Gobierno Nacional y a la Gobernación del Chocó que en su territorio ancestral
se den todas las garantías y las condiciones para que este retorno pueda ser
sostenible”, afirmó Alexis Mejía, gerente (e) de Etnias.
Los
procesos de atención y caracterización adelantados por el Equipo de Atención y
Reparación a Víctimas de la Secretaría de la No-Violencia, develan que esta
población indígena, en su mayoría, son víctimas de desplazamiento forzado en el
marco del conflicto armado. Una vez la población se encuentre ubicada en el
territorio chocoano las entidades del territorio deberán garantizar la
sostenibilidad del retorno.
La
Alcaldía de Medellín reafirma el llamado a la UARIV, a la Gobernación del
Chocó, a la Alcaldía de Bagadó y entidades del Gobierno Nacional, para que se
materialicen, en el territorio indígena, estrategias y acciones que brinden
condiciones de seguridad y estabilización socioeconómica que permitan que este
proceso de retorno sea sostenible en el tiempo.
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