La protección de la fauna silvestre es uno de los pilares que
tiene la CVC para cuidar el ambiente, por ello, vela por su bienestar y está
devolviéndola a sus hábitats en todo el Valle del Cauca. Buenaventura no fue la
excepción durante el 2023.
“Casi
mensualmente estamos haciendo liberaciones, en compañía de otras entidades como
el Dagma y el EPA. En 2023 regresamos a su hábitat a casi 300 animales, los
cuales fueron recuperados por las autoridades ambientales en operativos de
control y vigilancia, pero también hay algunos que son entregados por la misma
comunidad. Las especies son llevadas al Centro de Atención y Valoración de
Fauna Silvestre San Emigdio, en zona rural de Palmira, con el fin de
recuperarlos de algunas afectaciones para darles de nuevo la libertad”, afirmó
Edward Leonardo Sevilla Dueñas, biólogo de la DAR Pacífico Oeste de la
CVC.
La
importancia de estas liberaciones radica en la función biológica que tiene cada
especie y, de esta manera, se mantiene el equilibro en los ecosistemas, asegurando
un hábitat sano y perdurable para la naturaleza y los seres humanos.
Sevilla
Dueñas recordó que “los animales de la fauna silvestre no son mascotas y cuando
se retiran de su hábitat, causan un deterioro. Algunas especies, como las ranas
venenosas, tienen unos ecosistemas muy débiles y si se retiran de su hábitat,
afectan directamente al ecosistema y a los demás animales. El año pasado
alcanzamos a liberar a cerca de diez que venían del Choco”.
Cabe
resaltar que, dentro de los esfuerzos realizados, se llegó a las comunidades
con educación ambiental para que protejan a las especies.
De
esta forma, en el Pacífico se liberaron cangrejos, boas, loros, guaguas,
zarigüeyas, tortugas terrestres, tortugas marinas adultas y neonatos, fruto de
las sensibilizaciones en las comunidades. La CVC seguirá desarrollando
actividades que permitan mantener a cada especie en su hábitat. Los animales de
la fauna silvestre no son mascotas.
0 comentarios:
Publicar un comentario