· En una emotiva
ceremonia, 600 educadores de Risaralda fueron reconocidos por su
dedicación. Luz Marina Vallejo y María Bethy Mosquera destacaron como
ejemplos de compromiso y vocación al servicio educativo.
Pereira- La
dedicación y vocación de los educadores de Risaralda fueron protagonistas
en una emotiva ceremonia, donde la Secretaría de Educación reconoció los
quinquenios de servicio de 600 docentes, administrativos y directivos. El
evento rindió homenaje a quienes han dedicado entre 5 y 50 años a la
formación de generaciones en el departamento.
Entre los homenajeados,
sobresalen las historias de Luz Marina Vallejo Sánchez y María Bethy
Mosquera, ejemplos de compromiso con la educación en Risaralda.
Luz Marina Vallejo, de 69 años,
ha dedicado cinco décadas a la enseñanza, principalmente en el Centro
Educativo Risaralda, en Santa Rosa de Cabal. Graduada de la Normal de
Manizales, inició su labor docente poco después de la creación del
departamento. Además de su labor en las aulas, lideró procesos desde el
Sindicato de Educadores de Risaralda y el Comité Ejecutivo de Fecode. “Mi
docencia siempre estuvo enfocada en construir ciudadanos con proyección
para el departamento. Pasé gran parte de mi vida en contacto directo con la
sociedad, trabajando con niños y jóvenes que traían sus propias historias y
desafíos al aula”, expresó Luz Marina con orgullo.
Por su parte, María Bethy
Mosquera, oriunda del Chocó, llegó a Risaralda hace 30 años y encontró en
La Virginia una comunidad a la que ha servido con amor y entrega. “Como
afrocolombiana, es un honor formar parte de este departamento y aportar con
cariño al desarrollo educativo”, afirmó.
La secretaria de Educación, Dora
Ligia Agudelo, destacó la relevancia de este reconocimiento: “Es un
acto de gratitud hacia quienes han entregado su tiempo y esfuerzo para
formar a las nuevas generaciones. Este evento exalta la dedicación de 600
personas que han transformado vidas desde la educación”.
El evento, realizado en dos
jornadas, celebró el impacto colectivo de los homenajeados en la
construcción del tejido social del departamento. “Reconocer a
quienes han dedicado desde 10 hasta 50 años de servicio es honrar su
contribución diaria al progreso de nuestra comunidad”, concluyó la
secretaria.
Historias como las de Luz Marina
y María Bethy ilustran cómo la educación transforma vidas y construye el
futuro de Risaralda, reafirmando la importancia de quienes hacen de la
enseñanza su misión de vida.
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