Por Steve Holland y Jeff Mason
Después de dos días agotadores en Arabia Saudí, el presidente
estadounidense, Donald Trump, llegó el lunes a Israel para intentar revivir el
estancado proceso de paz entre Israel y palestinos con visitas a Jerusalén y
Cisjordania.
Durante dos días, Trump se reunirá por separado con el primer
ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente palestino, Mahmoud Abbas,
y visitará algunos sitios sagrados. El lunes en Jerusalén rezará en el Muro de
los Lamentos y visitará la Iglesia del Santo Sepulcro.
En su primera gira por el extranjero desde que asumió el cargo
en enero, Trump ya está mostrando señales de fatiga por una agenda repleta. Él
se encuentra en una gira de nueve días por Oriente Medio y Europa que concluye
el sábado tras escalas en el Vaticano, Bruselas y Sicilia.
Durante un discurso pronunciado el domingo en Riad en el que
instó a los líderes árabes a que contribuyan en los esfuerzos por derrotar a
los milicianos islamistas, Trump se refirió al "extremismo islámico",
aunque los extractos anteriores del discurso decían "extremismo
islamista".
Un funcionario de la Casa Blanca culpó al cansancio de Trump por
el cambio. "Sólo se trata de un hombre agotado", dijo a los periodistas.
El domingo por la noche en Riad después de un largo día de
eventos, muchos de ellos retrasados, Trump se excusó de asistir a un foro para
jóvenes que iba a ser su última actividad de la jornada y envió en su lugar a
su hija Ivanka.
Durante el fin de semana, Trump recibió una cálida bienvenida de
los líderes árabes, que se centraron en su deseo de acabar con la influencia de
Irán en la región.
La recepción marcó un contraste con las dificultades en su país,
donde está luchando por contener un escándalo en pleno desarrollo tras el
despido del exdirector del FBI James Comey hace casi dos semanas.
0 comentarios:
Publicar un comentario