TOMADO DE EL PAÌS /El teatro Dolby y el
mundo entero apenas podían contener la risa cuando Warren Beatty y Faye Dunaway
salieron de nuevo a presentar el Oscar a la mejor película. Esta vez no hubo
duda. La forma del agua, una historia de amor con un monstruo, una
protagonista muda y una ambientación siniestra, es la película del año para la
Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas. Y está dirigida por un
mexicano, Guillermo del Toro, que además se llevó el premio al mejor dirección.
El oscar de Del Toro por La forma del agua es el cuarto para un director
mexicano en los últimos cinco años. Lea dos veces esa frase. Del Toro ha
conquistado la élite de Hollywood con una fábula con todos los elementos para
no haberse hecho nunca, como bromeó desde el escenario. “Soy un inmigrante,
como mis compadres y como muchos de vosotros”, dijo. La película tiene además
cierto simbolismo sobre la aceptación del otro. “Una de las mejores cosas que
hace nuestra industria es ayudar a borrar las líneas en la arena”, dijo Del
Toro.
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