Petro está
confundido pero el país también está confundido con él. Petro ha
pretendido ser el líder de la oposición a Duque y aunque nunca antes un
mandatario había servido tanta papaya, picada y en bandeja, a sus
contradictores, Petro no pudo dejar de pensar cono el leninista que
siempre ha sido y está feriando esa comandancia.Ahora lo vemos
lánguidamente ido, perdiendo la oportunidad de representar a los
millones de votantes que lo respaldaron en las urnas y a los otros millones
que extraordinariamente se cansaron en menos de tres meses de ser mal
gobernados.
Pero
también está confundido el país.Petro no es comunista. No pudo evolucionar
del pensamiento de Lenín y no llegó a pensar y actuar como Stalin o Trosky
cuando ejerció el poder en Bogotá.Se quedó consiguiendo sacar la
gente a la calle como hizo Lenin con tan buen resultado en las épocas de la
agonía zarista.Pero como no dio el puntazo provocador, no pudo alentar el
paro camionero, ni el gran paro nacional para esta semana y los estudiantes
terminaron yéndose a sus casas.Y, lo que es peor, se le olvidó aquél
accionar de congresista incisivo y denunciante que se ganó el respeto
nacional hace unos años.
Equivocadamente
los uribistas y los otros que le tienen miedo, quieren ver a Petro hecho
añicos, con multas o con destituciones o con inhabilidades pero como él no
está estructurado para respetar la ley sino para atropellarla, lo han
crecido más con sus persecuciones aunque, hay que admitirlo, lo volvieron
lento y mostrenco en sus reacciones ante el peligro. Si no se hubiese
vuelto así, Petro habría contestado con agresividad y solvencia
frente al video donde contaba dinero y lo que ha hecho es enredarse
en sus respuestas y quedar empantando, como cualquier vaca lechera,
mientras sigue rumiando alguna forma astuta de salir del pantano para
recuperar el liderazgo que se le vino al suelo.
@eljodario
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