Un informe de la Facultad de Economía
de la Universidad del Rosario y Alianza EFI indica que el subsidio al precio
del galón de gasolina o ACPM le cuesta al Estado cerca de 40 billones de pesos
anuales, monto muy superior a los recursos recaudados por la reforma
tributaria.
El estudio señala que el impuesto al
carbón se debe cobrar de acuerdo a las externalidades negativas (efecto
adverso) que le hace al medio ambiente.
Bogotá, noviembre 9 de 2022. El efecto de la
producción de hidrocarburos sobre las emisiones de dióxido de carbono es muy
reducido en comparación al consumo de estos. Si se quieren reducir las
emisiones de CO2 sería mucho más eficiente concentrarse en las políticas que
afecten el consumo de combustibles fósiles y eviten la deforestación, según un
informe de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario y la Alianza
EFI.
“El impuesto al carbón económicamente
se debe cobrar de acuerdo al consumo que se hace del carbón, es decir, las
externalidades negativas (efecto adverso) que le hace al medio ambiente como la
contaminación. Lo que muestran los expertos es que se puede cobrar un impuesto
al carbono mucho más alto para contrarrestar ese efecto negativo que hace el
consumo de esos productos que generan emisiones”, dijo Fernando Jaramillo,
profesor de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario.
El estudio indica que “la política
sobre el precio de los combustibles en Colombia va en contravía del objetivo de
disminuir las emisiones de CO2, ya que el subsidio a los precios de los
combustibles es enorme. Según el Comité Autónomo de la Regla Fiscal, se está
subsidiando la mitad del precio del galón de gasolina o ACPM, lo cual le cuesta
al Estado cerca de 40 billones de pesos anuales, cifra superior al 2 % del
PIB”.
“Este costo es muy superior a los
recursos recaudados por la reforma tributaria y los efectos del subsidio son
regresivos, ya que se está subsidiando a los propietarios de vehículos”, afirmó
Jaramillo al entregar los resultados del informe Los efectos de la reforma
tributaria sobre el desempeño de la economía colombiana.
El estudio señala que el monto del
impuesto al carbón es muy bajo. La externalidad generada es de aproximadamente
50 USD por tonelada de CO2, pero el impuesto es de 5 USD por tonelada y la tasa
de crecimiento del impuesto es del 1%. “Eso implica que en términos reales el
valor del impuesto se demora 72 años en doblarse. En 72 años el valor sería 10
USD de hoy por tonelada de CO2. A ese ritmo el impuesto al carbón no está
teniendo un efecto considerable sobre las emisiones”, explicó el investigador.
Reforma tributaria, impuesto al
capital e inversión
Para el profesor de la Facultad de
Economía de la Universidad del Rosario, si se disminuyen las exenciones y
deducciones a las personas jurídicas, el aumento en el impuesto al patrimonio
de la reforma tributaria incrementará aún más el impuesto al capital y
desincentivará la inversión.
El desaliento a la inversión es un
hecho, a menos que haya cambios importantes en los demás factores que
determinan la productividad y rentabilidad de las empresas, tales como la
calificación de la mano de obra, la infraestructura vial, la seguridad y la
investigación, entre otros. “Es por esta razón, que la discusión más importante
a partir del momento en que se apruebe la reforma, es sobre cómo se va a
garantizar un gasto público más eficiente y equitativo”, comentó.
Cualquier aumento de impuestos tiene
costos, y en particular los impuestos al capital tienen un valor que muy
probablemente afecte la inversión, porque las personas con empresas suelen
pedir prestado para invertir, es decir, si una parte importante de esas
ganancias se van para pagar impuestos, pues baja la inversión.
“Uno tiene que sopesar los beneficios
con los costos. En el caso de Colombia, la tributación de las empresas ya es
grande en términos de los impuestos que les cobran. Estos son de los más altos
de América Latina y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos”, dijo Jaramillo.
En últimas, el aumento en el grado de
progresividad de los impuestos y en el monto de recursos recaudados por la
tributaria se logra a costo de un incremento considerable en el impuesto a las
empresas y al capital, indica informe de la Facultad de Economía de la
Universidad del Rosario y Alianza EFI.
“Esto último tendrá un efecto
importante sobre la competitividad de las empresas nacionales, lo cual afectará
la tasa de inversión, el crecimiento económico y los niveles de producción de
largo plazo. A menos que la manera en que se gasten los recursos recaudados sea
muy eficiente, el nivel de producción de largo plazo se verá perjudicado por
los aumentos en el impuesto al capital”, recalca el estudio.
Pago de intereses de la deuda interna
y externa
La deuda interna y externa del
Gobierno debe pagarse una parte a intereses y otro a amortizaciones, es decir a
capital. Pero solo los intereses ya son un porcentaje muy alto que ha subido en
los últimos años y en particular en los últimos meses.
“El aumento viene por toda la
coyuntura mundial, por el monto de la deuda que tiene Colombia e incluso por
algunas incertidumbres sobre cómo se van a manejar los ingresos petroleros. Por
eso no solo se necesita una reforma tributaria, sino que se deben controlar los
gastos, porque estamos en una situación grave donde los intereses cada vez van
a ser más grandes en comparación con los ingresos”, manifestó Jaramillo.
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