Publicado en
Diario ADN, agosto 14 2017
La competencia
ciclística que finalizó ayer, se llamaba “Vuelta a Colombia” y a más de ser
un evento que congregaba y entusiasmaba a todo el país fue ,por mucho tiempo,
la rampa de lanzamiento de ciclistas que le han dado lustre a Colombia y
hecho vibrar al país en Francia, en Italia y en España. Pero desde cuando la
Federación Colombiana de Ciclismo se volvió el coto de caza
privado de un fulano de tal,La Vuelta se fue derrumbando hasta llegar al
triste extremo de la que ayer terminó en Pereira.
Como resolvieron
hacerla entre el Tour de Francia y la Vuelta a España, las fechas son de por
si un obstáculo, o una disculpa, para no invitar a los 30 o mas
colombianos que hacen ciclismo en Europa.Pero como además en la Vuelta a
Colombia que organiza el fulano de tal no garantizan un control antidoping
como el que se efectúa en todas las grandes carreras que ahora se corren en
el mundo, ni se conoce el recorrido sino faltando menos de dos meses para que
arranque, ha perdido toda posibilidad de que sea mirada por el universo
ciclístico internacional como el gran semillero de los ciclistas de un país
que azota con una representación magnìfica
Este año ,para
acabar de completar, RCN no trasmitió sino las etapas que le dio la gana y
con esa estocada acabó de matar la capacidad productiva que económicamente
tienen La Vuelta y los equipos que participan, pues en los últimos años
apenas si ha reforzado sus ingresos con lo que le cobran a los municipios y
sus alcaldes por ser final de etapa. Para salvar La Vuelta y reintegrarla
a sus ancestros se necesita mano dura de Coldeportes y hacerle entender
al fulano ese que ella se le está muriendo en sus manos.
@eljodario
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