Un año después de que la Corte Constitucional hundiera el Tribunal de
Aforados y mantuviera en la Comisión de Acusaciones de la Cámara de
Representantes la función de investigar a los Magistrados de las Altas Cortes,
se destapa un nuevo escándalo de corrupción, según el cual dos ex Presidentes
de la Corte Suprema recibían sobornos y hacían tráfico de gestiones y fallos a
favor de los congresistas Hernán Andrade y Musa Besayle, y del ex candidato
presidencial uribista, Luis Alfredo Ramos.
Estos graves hechos vuelven a poner de presente que aforados como el Fiscal y
malos Magistrados gozan de impunidad, listo que deben ser investigados por
congresistas, a quienes ellos mismos pueden condenar, y no por jueces
independientes.
La senadora Claudia López, que propuso desde el año 2014 eliminar la Comisión
de Acusaciones y crear un Tribunal de Aforados independiente, que investigue su
juzgue a los aforados expresó su preocupación ante la impunidad que viene
protegiendo a los Magistrados. “Si la Corte Constitucional de manera insensata
no hubiera hundido la Comisión de Aforados los Magistrados denunciados por
corrupción podrían ser investigados y sancionados oportunamente y en derecho en
un Tribunal independiente y no por congresistas. Hoy en la práctica gozan de la
misma impunidad que favorece a los Presidentes de la Republica".
La Senadora señaló además que la Corte Constitucional, en el fallo que hundió
la Comisión de Aforados, declaró a las altas instancias de la Rama Judicial
intocables e irreformables con lo cual el conflicto de intereses, la corrupción
y el abuso de poder campea hoy en las Altas Cortes, des legitimando a la
Justicia y al Estado en su conjunto.
"Los grandes enemigos de mi propuesta de Tribunal de Aforados
independiente que acabara la impunidad de la Comisión de Acusaciones fueron el
entonces presidente de la Corte Suprema, Leonidas Bustos, el Fiscal
Montealegre, y los magistrados del Consejo Superior de la Judicatura Willson
Ruiz y Francisco Ricaurte" recordó la Senadora. Hoy Ricaurte y Bustos son
denunciados por corrupción en la Corte Suprema.
Pese a que el Tribunal de Aforados se propuso dentro del proyecto de equilibrio
de poderes y con él se buscaba que el fuero no representara un privilegio de
impunidad, este fue hundido en la Corte Constitucional y hoy deja a la Comisión
de Acusaciones de la Cámara con uno de los casos de corrupción más polémicos de
los últimos tiempos. Lo que garantizará impunidad a los magistrados de las
altas cortes y una pérdida de credibilidad en la justicia.
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