Cuando se leyó la noticia, por ahí perdida en medio
de la acumulación de mininoticas conque ahora nos las dan, de que el Tribunal
que condenó de nuevo a los paracos compulsó copias de su fallo para que se
investigue la relación que puede existir entre el Plan de Desarrollo del
gobierno Uribe del 2002 y un libro sobre desarrollo económico del estado
escrito por Ernesto Báez,no solo me di cuenta que los magistrados estaban
hilando muy delgadito sino que, tal vez, estábamos en presencia del inicio de
un proceso revisionista que puede costarnos más caro que la Constitución del 91.
Báez pensaba,como jefe paraco,en la refundación del
estado que alcanzaron a coptar.Uribe y su director de Planeación de
entonces deberían haber pensado en el modelo de una Colombia progresista
al más viejo estilo paisa.Y como unos y otros coinciden, quien quiera joder a
Uribe en el futuro puede usar esta herramienta para justificar la acusación de
que pensaba igual que los paracos.
Pero cuando ví la integración del Tribunal de la
JEP y quedó fácil constatar que entre la gran mayoría de ellos siempre se han
oído posiciones claramente antiuribistas ( caso de Ramelli, de Yesid Reyes,de
Rafael Arango) cuando no de un marcado tinte santista,--que es lo mismo que
decir antiuribista--,se me ha metido en la cabeza que todo este proceso de paz,
en que tanto hemos confiado muchos pese a la recia oposición de los uribistas,
se lo van a tirar.
La paz ha costado mucho para que la vayan a volver
solamente un paredón de la venganza. Que Uribe, por su terquedad, no haya
entendido que fue por su accionar militar que se sentaron a negociar, es una
cosa, pero llevarlo al paredón en nombre de la paz es otra.
@eljodario
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