TOMADO DE PORTAFOLIO
/ Mientras las centrales obreras aseguran que el salario mínimo debería
incrementarse entre el 10 y el 12 por ciento; la Anif recomienda que el ajuste
no debería ser mayor al 4,5%, y los empresarios estarían considerando proponer
un aumento de entre 4 y 4,1 %, cifras cercana a las estimaciones de la
inflación para el cierre de este año,debido a que la economía no
parece mostrar buenos síntomas en lo que resta del 2017.
El Ministerio de
Trabajo reveló en las últimas horas cuál será el cronograma de la negociación,
que oficialmente inicia el 5 de diciembre, pero que ya se discute en
subcomisiones donde se evaluarán aspectos como la productividad y la inflación,
entre otros.
De acuerdo con los sindicatos, un incremento superior al 10 por ciento es necesario porque el “salario ha perdido su capacidad adquisitiva frente a la canasta familiar”.Es decir que lo que gana una persona ya no alcanza para suplir sus necesidades y en tal sentido la gente debe ganar más para dinamizar la economía.
En la otra orilla están los empresarios y gremios, que aunque no se han lanzado a entregar una propuesta formal sobre el porcentaje del ajuste salarial del próximo año, sí han señalado que la discusión va a estar difícil por los resultados económicos que viene teniendo el país.
Para Guillermo Botero, presidente de Fenalco, este 2017 ha sido un año difícil en materia económica por cuenta de la reforma tributaria, que afectó al comercio y la industria y por las bajas cifras de generación de empleo.
En una columna de opinión publicada este martes por Portafolio, Camilo Herrera Mora, presidente de Raddar, señaló que aumentar el salario mínimo en una proporción alta, no genera un aumento de demanda, ni dinamiza el consumo.
“Comienza el debate por el aumento del salario mínimo, con dos retos enormes: la economía crece despacio y el aumento del 2017 no dinamizó el gasto de los hogares como se esperaba, lo que deja al mundo sindical sin uno de sus principales argumentos de negociación, porque se mostró que aumentar el salario mínimo en una proporción alta, no genera un aumento de demanda”.
De acuerdo con los sindicatos, un incremento superior al 10 por ciento es necesario porque el “salario ha perdido su capacidad adquisitiva frente a la canasta familiar”.Es decir que lo que gana una persona ya no alcanza para suplir sus necesidades y en tal sentido la gente debe ganar más para dinamizar la economía.
En la otra orilla están los empresarios y gremios, que aunque no se han lanzado a entregar una propuesta formal sobre el porcentaje del ajuste salarial del próximo año, sí han señalado que la discusión va a estar difícil por los resultados económicos que viene teniendo el país.
Para Guillermo Botero, presidente de Fenalco, este 2017 ha sido un año difícil en materia económica por cuenta de la reforma tributaria, que afectó al comercio y la industria y por las bajas cifras de generación de empleo.
En una columna de opinión publicada este martes por Portafolio, Camilo Herrera Mora, presidente de Raddar, señaló que aumentar el salario mínimo en una proporción alta, no genera un aumento de demanda, ni dinamiza el consumo.
“Comienza el debate por el aumento del salario mínimo, con dos retos enormes: la economía crece despacio y el aumento del 2017 no dinamizó el gasto de los hogares como se esperaba, lo que deja al mundo sindical sin uno de sus principales argumentos de negociación, porque se mostró que aumentar el salario mínimo en una proporción alta, no genera un aumento de demanda”.
0 comentarios:
Publicar un comentario