Cuando leí la noticia,casi que no podía
creerlo. La Corte Suprema de Justicia,tan desprestigiada en los últimos meses,
tan lenta en sus actuaciones, había abierto proceso a 230 congresistas que
aprobaron en su momento el presupuesto nacional bajo la gabela de
los auxilios parlamentarios, mal llamados ahora “ cupos indicativos”.
164 de esos congresistas llamados a
indagatoria son actualmente senadores o representantes, como lo fueron hace 5
años cuando aprobaron el último presupuesto de la nación y se acomodaron sus
cuotas de patrocinio. Los otros 66 ya no ejercen como padres de la patria, pero
dado el paquidermismo que sufre la Corte Suprema, les tocará responder por
igual. Por supuesto, esa determinación de la Corte y de sus cuestionados
magistrados no ha sido fruto del afán de la máxima institución judicial del
país sino de un ciudadano verraco y atrevido que presentó hace unos años la
demanda y por fin fue tenida en cuenta por los primeros jueces de la república.
Si el asunto va en serio, estamos cerca
del primer golpe de estado avisado puesto que el poder judicial se alistaría a
derrocar al legislativo .Pero si se demoraron cinco años para darle curso a la
demanda, acá podrán demorarse otros más mientras, con los métodos
antiquísimos que usan, se llama a cada uno de los 230 congresistas implicados a
rendir la indagatoria.
Quienes hemos batallado mostrando que
esos “cupos indicativos” son la madre de la corrupción en Colombia, nos ilusionamos
con la demostración de poder de la Corte, pero tenemos que quedarnos dudando
porque entre el elefantismo de los magistrados y los trucos de los abogados de
los implicados, tal golpe de estado tardará mucho.
@eljodario
gardeazabal@eljodario.co
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