Cuando publiqué “La Misa ha terminado” sabía
que no exageraba.Por supuesto la narración, como es una novela, puede haber
pecado de impía para muchos católicos que se niegan tercamente a aceptar lo que
ha estado pasando en la Iglesia.Tengo muchos testimonios escritos de lectores
asiduos de mis novelas que se escandalizaron frente al texto y prefirieron
confesarme que lo dejaban de leer, que no lo terminaban. Pero han pasado 4 años
de esa publicación y mientras más días y meses han corrido,lo que esa novela
cuenta cada vez va siendo menos exagerado.Ayer comenzó en el Vaticano la
reunión de todos los presidentes de las conferencias episcopales del mundo para
tratar el tema de las demandas y denuncias contra cardenales,obispos y
sacerdotes por relaciones homosexuales o permitidas o condenadas ante
tribunales. El papa Francisco,personaje de mi novela,expulsó del sacerdocio la
semana pasada al cardenal McCarrick por haber mantenido relaciones abusivas con
seminaristas a lo largo de su ya prolongada vida, ( tiene 88 años).Y también
hoy se pone en venta en librerias de Estados Unidos y Europa, y quizás en
Colombia, el libro “Sodoma” de Frederic Martel,un reconocido
sociólogo gay, que sobre la base de entrevistas a diferentes miembros de la
iglesia vaticana construye una escanografía para afirmar categóricamente
que la Iglesia está homosexualizada.
Probablemente ni los presidentes de las
conferencias episcopales ni el papa argentino ni los curas homosexuales vayan a
admitir que lo que yo novelé en “La misa ha terminado” o el
señor Martel concluye en su desde ya escandaloso libro “Sodoma”,vaya
a ser verdad. El Vaticano siempre ha mantenido la línea de los ojos torcidos
ante el pecado de los suyos y por ende ha marchitado cualquier opción de
reconocer la mariconería de los curas.
@eljodario
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