Hacía mucho tiempo no acudía a una
manifestación de protesta.Lo hice el pasado martes en Cartagena para
acompañar a las 50 o 60 palenqueras que bufaban por la aplicación
miserable del Código de Policía,que no las deja vender las frutas que
cargan en platones hace siglos equilibrándolos en sus cabezas.
Se sentía fervor patriótico viendo estas mujeres,casi todos
gordas,envueltas en sus colorinches, denunciándole al país y al mundo, que
las conoce y las identifica,que por la insaciable sed del régimen naranja
de perseguir al pueblo,ellas no pueden vender sus frutas en las calles y
plazas de Cartagena porque les aplican el código de marras.
Poco o nada importa que el general
antinaranjista que nombraron desde la casa de Nariño para que dirigiera la
Policía se haga el vendejabón y continúe aplicado el Código para arropar a
los hombres bajo su mando en un manto de dsprestigio. Menos que al
presidente de la economía naranja le mamen gallo los policías boicoteándole
su idea de convertir el turismo en el baluarte futuro de la economía
nacional. Estamos bajo el régimen de los chafarotes y como tal la represión
es la herramienta de quienes no quieren la paz sino generar de nuevo la
violencia.No hay Corte Constitucional capaz de derogar de un tajo semejante
esperpento.No hay ministro de Defensa que obligue a un curso a los 200 mil
policías bajo su mando para que aprendan a administrar el sentido
común.Menos que hay Congreso de la República que reconozca su propia
estupidez y anule lo que volvió ley de la nación.Las palenqueras rebosantes
de colores en sus cabezas y sus faldones, protestando ante la estulticia de
una norma ,son la voz de un país que le grita desde Cartagena a
sus policías vestidos de verde desteñido lo despreciables que los
volvieron.
@eljodario
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