El informe numerado 2019 IE.038003 del 20 de agosto del
2019, que contiene la Auditoria hecha a la Universidad de Medellín sobre los
procedimientos y protocolos para otorgarle el grado de abogado al senador
liberal Julián Bedoya Marín deja muy, pero muy mal a
este congresista y pone a la Universidad de Medellín a lavar con agua,
jabón y límpido todas las dependencias, profesores y empleados que hayan podido
participar en la componenda.
Según este informe de auditoria que firma María Angel Suárez
Sánchez , coordinadora de la subdirección de Inspección y Vigilancia del
Ministerio de Educación, el senador en mención no solo demoró 17 años para
hacer su carrera, ( lo que no es un delito porque sucede en varios casos con
quien no tiene recursos o tiempo suficiente para estudiar debidamente), sino
que a la hora del grado éste se le otorgó sin el lleno de dos requisitos
exigidos en su momento (octubre de 2018 fecha de su último reintegro a la
Universidad de Medellin) cuales fueron el de presentar examen de una lengua
extranjera y el de realizar el curso de Protocolo Empresarial. Además, se
evidenció que los docentes que fungieron como jurados de las pruebas académicas
resultaron ser los mismos de otras asignaturas evaluadas .
Por otro lado, los exámenes preparatorios que fueron autorizados
al señor Bedoya Pulgarín lo fueron por medio de un acta sin firmar por quienes
parecen haber asistido a la sesión del organismo que los autoriza. En otras
palabras o la Universidad de Medellín le revoca su título o la Comisión
de Ética del Senado interviene al congresista, o tendremos que esperar hasta el
fin de los tiempos para que la historia pueda juzgar que validez tienen
las leyes y gestiones que este señor Bedoya ha realizado como representante y
senador. Nosotros apenas miramos asombrados.
gardeazabal@eljodario.co
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