En el marco del día mundial de tolerancia cero con a la mutilación genital femenina, la Secretaria de Mujer, Familia y Desarrollo Social destaca el trabajo que se ha adelantado en Risaralda con las comunidades indígenas para erradicar esta práctica que atenta contra los derechos humanos, sexuales y reproductivos de la población femenina.
“Reconocemos y valoramos el rol que cumplen las parteras en las comunidades
indígenas, por eso desde la dirección de Mujer y Asuntos de Género nos trazamos
la meta de trabajar articuladamente con ellas. Es así como hemos adelantado
varios encuentros de dialogo, donde sin querer interponer nuestras tradiciones
hemos tratado de establecer un equilibrio entre su cultura y la equidad de
género, la salud física y mental y los derechos sexuales y reproductivos”
destacó Elizabeth Diosa, Secretaria de Mujer, Familia y Desarrollo Social.
La mutilación genital femenina es una práctica que implica la alteración o
lesión de los genitales femeninos por motivos no médicos e internacionalmente
se considera una violación grave a los derechos humanos, la salud y la integridad
de las mujeres y las niñas. Se estima que 30 de cada 100 mujeres que son
sometidas a esta práctica tienen riesgo de morir.
Según lo dio a conocer la directora de Mujer y Asuntos de Género del
departamento, en Risaralda se firmó un pacto con las comunidades indígenas en
el 2018 y desde entonces se han logrado realizar un trabajo importante y
positivo con las parteras y líderes de la comunidad, incrementado el nivel de
concientización frente al peligro que implica la ablación.
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