Por primera vez en el mundo, una población carcelaria hará parte del mercado de reducción de emisiones. Con este programa de resocialización, Colombia es pionero en la lucha contra el cambio climático.
Revive es un programa nacional que
permitirá a las personas privadas de la libertad reconstruir su proyecto de
vida mediante la restauración ecológica y siembras sostenibles productivas.
Esta iniciativa se suma a las acciones
de carácter ambiental que se adelantan en el marco de la estrategia de siembra
de 180 millones de árboles, durante este cuatrienio.
En un hecho histórico, Colombia
cuenta desde hoy con el programa Resocialización, Vida y Vegetación (Revive),
un proyecto innovador a nivel mundial de resocialización de personas privadas
de la libertad que, a través de sistemas sostenibles y de restauración
ecológica, incluye la implementación de sumideros de carbono. Esto reducirá el
CO2 del aire, contrarrestará los efectos del cambio climático y aportará al
aumento de corredores biológicos para proteger la fauna y la flora.
El programa Revive, liderado por los
ministerios de Justicia y del Derecho y de Ambiente y Desarrollo Sostenible,
inicia con la adecuación de viveros en los centros penitenciarios y
carcelarios, donde se genera el material vegetal que posteriormente será utilizado
en predios aptos para su restauración, en especial en zonas degradadas que se
convertirán en un gran corredor ecológico.
Asimismo, Revive va en concordancia
con las acciones que viene adelantando el Gobierno Nacional para el
cumplimiento de la meta de sembrar 180 millones de árboles en este cuatrienio,
garantizando no solo restauración ecológica, sino la recuperación de los
territorios.
El cuidado estará a cargo de los
privados de la libertad, quienes también se encargarán de las labores fitosanitarias
y de la plantación, todo bajo coordinación técnica en un ejercicio de educación
ambiental alrededor de la producción de material vegetal, establecimientos,
mantenimiento, monitoreo y la cuantificación del carbono, generando así
reducción de emisiones en el país.
El proyecto, además de tener un
importante impacto social, permitiéndole a la población carcelaria seguir
trabajando en programas de restauración ecológica y disminuyendo la
reincidencia en la comisión de delitos, será clave en la lucha mundial contra
el cambio climático a través de la inversión en proyectos que reducen las
emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), permitiéndole al país
participar en el mercado de reducción de emisiones. La meta para Colombia en
este sentido es reducir el 51% de sus emisiones al año 2030.
El aumento de los corredores
biológicos ayuda a preservar la fauna y la flora regional en vía de extinción,
disminuye la erosión y contribuye a la regulación de los caudales hídricos de
las cuencas cercanas.
El plan piloto del proyecto, que
posteriormente se extenderá por todo el territorio nacional, se ubicará
en el terreno donde se construirá el nuevo centro penitenciario ubicado en la
vía que conduce al municipio de Tame, en el departamento de Arauca. Las personas
privadas de la libertad tendrán el apoyo técnico y capacitación por parte
de la Universidad Nacional y Corporinoquia para la realización del
vivero y posterior siembra.
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