Las cesantías representan una de las prestaciones sociales
más importantes para los trabajadores y funcionan como un ahorro estratégico
que les brinda estabilidad económica en momentos de necesidad. Sin embargo,
muchos colombianos no disfrutan de este beneficio, dada la alta informalidad
que tiene el país.
“Es importante aclarar que las cesantías no son un subsidio
estatal, sino una prestación social a cargo del empleador, exclusiva para
trabajadores con contrato formal. En el caso de los trabajadores informales,
esta figura no es aplicable, ya que no existe un empleador que deba responder
por este beneficio”, indicó Saida Quintero, directora del Área de Derecho
Laboral de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario.
Dado el alto índice de informalidad laboral, Quintero sugiere
que la prioridad debe ser la generación de empleo formal, lo que permitiría a
más colombianos acceder a prestaciones sociales como las cesantías y al Sistema
de Seguridad Social. “Una reforma laboral que fomente la contratación formal es
clave para reducir la informalidad, mejorar las condiciones de trabajo y
garantizar los derechos de los trabajadores”, dijo la abogada.
Cesantías para un futuro financiero estable
Juan Carlos Díaz, jefe de Contratación y Nómina de la
Universidad del Rosario, explicó que el valor de las cesantías corresponde a un
salario por cada año trabajado o a la fracción del tiempo laborado, siempre que
no se trate de empleados con salario integral.
En relación con esta prestación, Saida Quintero indicó que
"las cesantías no son entregadas directamente al trabajador, sino
consignadas anualmente en el fondo de cesantías al que esté afiliado”.
El propósito principal de las cesantías es servir como un
fondo de respaldo económico para el trabajador en caso de quedar cesante, es
decir, sin empleo. En este sentido, funcionan como un seguro de desempleo,
actuando como un “colchón financiero” en momentos difíciles, agregó el jefe de
Contratación y Nómina de la Universidad del Rosario.
De acuerdo con la normativa vigente, los trabajadores pueden
solicitar el retiro parcial de sus cesantías durante la vigencia del contrato
en situaciones específicas, como la compra o mejora de vivienda propia o para
financiar estudios de educación superior, tanto para ellos como para sus hijos.
“El monto de esta prestación equivale a un mes de salario por
cada año de servicio y se calcula por el período comprendido entre el 1 de
enero y el 31 de diciembre de cada año. Los empleadores deben consignar las
cesantías correspondientes al año 2024 en el fondo de cesantías, a más tardar,
el viernes 14 de febrero de 2025”, agregó la directora del Área de Derecho
Laboral de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario.
Cada empleado es titular de una cuenta individual en el fondo
seleccionado. Además, los trabajadores tienen derecho al pago de intereses
sobre las cesantías, equivalentes al 12 % anual del valor total de las mismas,
los cuales deben ser cancelados por el empleador antes del 31 de enero de cada
año.
Estrategias para una gestión eficiente de las cesantías
Clara Inés Pardo, profesora de la
Escuela de Administración de la Universidad del Rosario, enfatiza la necesidad
de educar a los empleados en finanzas personales para aprovechar
estratégicamente sus cesantías en proyectos que mejoren su bienestar a largo
plazo. Ahorrar este recurso en lugar de retirarlo de inmediato puede
proporcionar rentabilidad, estabilidad financiera y oportunidades de inversión
en vivienda, educación.
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