- El gobernador Juan Diego
Patiño Ochoa encabezó una movilización histórica de funcionarios y ayudas,
Esta es la historia de un territorio fracturado por la naturaleza, pero
sostenido por la dignidad de su gente y el compromiso del gobierno
Belén de Umbría, Risaralda-La tierra está herida, pero su gente no se doblega.
Belén de Umbría, uno de los municipios más golpeados por la reciente ola
invernal en Risaralda, ha sido epicentro de afectaciones graves en su zona
rural: sectores como La Selva, Santa Rita, La Oculta y la vía Remolinos–Belén
han vivido jornadas de angustia por deslizamientos, crecientes súbitas y
pérdida de infraestructura vial.
Hasta allí llegó el gobernador de
Risaralda, Juan Diego Patiño Ochoa, acompañado de todo su equipo de gobierno,
la Policía Nacional, el Ejército y funcionarios de distintas secretarías
departamentales. Lo hizo no solo para recorrer el territorio, sino para ponerse
al frente de las soluciones.
“Hoy no venimos simplemente con
protocolos ni discursos. Hoy llegamos con el corazón en la mano, conmovidos por
el dolor de nuestra gente, pero también con la firmeza de quienes estamos aquí
para dar respuestas. Belén de Umbría ha sido golpeado duramente, pero no está
solo. Toda la Gobernación está aquí, con su gente”, expresó el mandatario visiblemente afectado por el
panorama.
La escena era conmovedora. Las
máquinas de la Secretaría de Infraestructura ya trabajaban en la zona de La
Selva, abriendo paso entre el lodo para reactivar la movilidad y permitir que
los campesinos puedan sacar su café y otros productos agrícolas, sustento de
cientos de familias.
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