El Partido Conservador que
domina todo a sus anchas en Risaralda, debe dar explicación.
Sus actores mayores, el
senador y el Representante, están en mora de hacer frente a los hechos
ocurridos en Desarrollo Social. Incluso, el presidente del Concejo de la
ciudad, en manos azules. Allí, donde se hace un mal llamado control político,
que hace rato huele maluco. Tampoco se le puede caer encima al grueso de
quienes allí habitan por ser de partidos políticos contrarios.
No delinquen las
instituciones. Las personas, para no entrar a generalizar, que tienen
responsabilidad política y representan unos partidos. Unos liderazgos que no
pueden podrirse por silencios cómplices. Los directorios políticos tampoco pueden ser entidades financieras a la
que también “le suenan monedas”. Debe primar la decencia y la dignidad por
encima de bultos de votos.
El Conservatismo, tiene su
deuda de responsabilidad política que no puede ocultar. Incluso, hace rato,
debió cambiar el patrón político en esa dependencia, cuando sus propios
pasajeros sabían que el mar estaba infestado de una indisciplina moral
atrayente. De una flexibilidad que dejó penetrar costumbres nefastas. Fiscalía
Seccional, existe
Cuando los partidos contaban
con estructuras centralizadas, regidas en gran parte por oligarquías
regionales, las tareas de control político eran relativamente fáciles de
cumplir. Unas cuantas familias se aseguraban el reparto del poder político y
quien no fuese parte de dichos clanes tenía serios problemas para poder avanzar
en su carrera política. Lo más práctico era siempre forjarse al amparo de algún
clan regional, asegurarse de defender sus intereses y de esta manera ascender
políticamente.
No solamente se gana poder
en las urnas sino administrando bien, Señores del partido Conservador, en el
pasado, cuna de altas cumbres. Lo puede hacer, senador, incluso de paso por
Pereira sin prender alarmas y sin el ruido de las ambulancias.
Más que blindar personas,
blindar las instituciones de pillos desalmados. De feroces piratas que entran
bajo el respaldo banderizo para asaltar el saqueado Estado.
No pueden existir clanes que
firman pagarés pasando por encima de la pulcritud. Partidos que se fabrican con
tejidos de plata para comprar y arrasar. Para el endoso y hacer mayorías
simples. Abominables y corruptas. Para desinstitucionalizar la razón de ser de
la propia política.
Se equivocan quienes ven en
el agua, la salud, los planes de alimentación escolar, alforjas repletas de
dineros. Ínsulas.
Razón tiene Claudia Arcila
en Caracol, de quitarle la máscara con sus denuncias a tanto “chacho” que
deambula graduado de político. Razón tiene de manera valerosa y de frente como
coge el “toro por los cachos” RCN con su director Osvaldo Parra para “embestir”
y pedir responsabilidades.
No le podemos deber a la
delincuencia por muy alto que su
estrato sea. Me da risa por quienes
creen que el Alcalde Gallo es el responsable. Hay que seguir sacudiendo la
alfombra. El muerto, hay que buscarlo río arriba….
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