La contaminación sonora puede llegar a afectar la salud de los colombianos de muchas maneras, entre ellas, con una disminución importante de la capacidad auditiva, asimismo, trastornos psicológicos (paranoia, irritabilidad, estrés, mal humor, alteraciones en el rendimiento intelectual) y otros problemas fisiológicos (hipertensión, dolor de cabeza, taquicardia, fatiga, aceleración cardiaca, trastornos del sueño, molestias digestivas, disminución del apetito sexual, enfermedades cardiovasculares o infartos cerebrales).
Por eso la CVC, como miembro activo del Comité Técnico
Interinstitucional de Educación Ambiental del Distrito de Buenaventura (Cidea
Buenaventura), realizó jornadas de concientización en dos áreas muy afectadas
por la contaminación sonora, como son el corregimiento de Cisneros y Pueblo
Nuevo, un lugar de comercio en la ciudad.
"Se escogen estos dos lugares porque son los que hemos
identificado con los niveles más altos de contaminación sonora en el Distrito.
Las principales fuentes de contaminación están en Cisneros, con las fijas como
los establecimientos públicos y los equipos de sonido a alto volumen, y las
móviles, con los carros de carga pesada", afirmó Jeison Arvey Rentería
Buenaventura, coordinador general de la Red de Jóvenes por el Ambiente de Buenaventura.
En esta jornada, las entidades hicieron sensibilización puerta a
puerta, actividades de educación ambiental para niños por medio de pintura,
dibujo, saltarines y teatro, y actividades para adultos.
"La comunidad participó de manera activa, escucharon
nuestras charlas para tener ambientes sin contaminación sonora y se realizaron
tamizajes auditivos y de la visión", complementó Juan de Jesús Salazar
Wagner, funcionario de CVC.
Johana Astrid Campos, especialista en audiología del Instituto
para niños ciegos y sordos del Valle del Cauca, quién nos acompañó, recomienda
no usar copitos y solo hacerle una leve limpieza al orificio auditivo con el
dedo meñique, alternar el uso del teléfono en los dos oídos, no contestar el
celular en lugares muy ruidosos o utilizar el altavoz; no usar audífonos en
exceso y si tiene gripa, sacar los fluidos sonándose de forma suave y
realizarse exámenes y controles anuales.
Recuerde que en las zonas
urbanas también vive fauna silvestre, por lo tanto, los altos decibeles pueden
afectar su comportamiento y hábitos. Con ella compartimos el espacio.
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