La Institución Educativa Atanasio Girardot, desde su propuesta arquitectónica, propone un aprendizaje cercano a la naturaleza con salones amplios, algunos sin paredes, y gran cantidad de zonas verdes que sirven para el esparcimiento y la aplicación de los conocimientos adquiridos sobre la conservación y protección del medio ambiente. De hecho, el enfoque de este centro es el agroecoturismo.
Esta vez, para seguir incentivando en
sus estudiantes las buenas prácticas ambientales y el diálogo de los saberes
étnicos de la comunidad bonaverense, se ha construido el sendero etnoecológico
Atagir en un área aproximada de 400 metros, que tiene cuatro estaciones: la
estación del agua, estación del abono orgánico y estación de plantas
medicinales y condimentarias, al igual que un área donde se han sembrado
árboles frutales y maderables, típicos de la región.
Sus estudiantes ya han sido
reconocidos, regional e internacionalmente, por destacarse en ciencias
naturales y emprendimiento. En 2018, ganaron las Olimpiadas del saber ambiental
de la CVC y fueron invitados a Washington, gracias al desarrollo de proyectos
como Abonargos, que consistió en la creación de un fertilizante orgánico por el
ahora egresado, Pablo Steven Torres. En el 2021, el Ministerio de Educación
Nacional reconoció su experiencia de sendero como proyecto pedagógico
productivo.
"Una parte fundamental es que
nosotros estamos enmarcados dentro de los procesos etnoeducativos de
Buenaventura y como territorio etnoeducador, desarrollamos este proyecto desde
un enfoque etnoecológico. En el sendero se trabaja el rescate de las huertas
caseras, el rescate de las azoteas y la concientización sobre la importancia y
buenos usos del recurso hídrico, y el manejo de los residuos orgánicos",
expuso Olga María Riascos Mosquera, rectora de la institución.
Al visitar el sendero, podrás
encontrar niños de seis a nueve años que aprenden a arar la tierra en una de
las parcelas que hacen parte del área de siembra, así como a grupos de
estudiantes de once y décimo de bachillerato que, por ejemplo, construyen el
puente final del sendero junto a padres de familia.
Didier Mondragón Caicedo, uno de los
estudiantes, comentó orgulloso: "Nuestro sendero Atagir es para esas
personas turistas que se interesen por el proceso en nuestra institución.
Tenemos un grupo de guianza, que son de los mismos estudiantes preparados por
nuestras docentes de agropecuaria y ecoturismo, y nos sentimos muy contentos de
guiar a alguien que llega a nuestra institución".
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