Doña Blanca Margarita y su
familia, al igual que 29 hogares campesinos de El Dovio, recibieron estufas
ecoeficientes totalmente instaladas y árboles forestales para ser sembrados en
sus fincas. El proyecto está enmarcado en el programa de agroecología y seguridad
alimentaria de la CVC.
"Todo empezó cuando me
di cuenta del programa, me dirigí a la Umata y allá me orientaron. Entregué los
papeles que me pidieron y a los pocos días me llamaron para entregarme los
materiales. Luego vinieron a construirme la estufa y ya estoy esperando para
poderla usar. El proceso fue muy rápido, estoy inmensamente agradecida",
manifestó doña Blanca Margarita Gaitán Parra, de la finca La Fortuna.
La elección de los
beneficiarios se hizo bajo ciertos criterios que se evaluaron, gracias al
acompañamiento de la Umata y la CVC. Cada estufa fue donada a una familia que
verdaderamente la necesitara y se comprometiera a hacer buen uso de ella.
"Se tenían unos
requisitos mínimos para poder acceder a las estufas; la verdad fueron muchas las
personas que manifestaron querer una. Cuando desde la CVC nos solicitaron apoyo
para la escogencia de los beneficiarios, analizamos detalladamente quiénes eran
los candidatos apropiados. Básicamente, nos fijamos en madres cabeza de hogar
que en realidad les hiciera falta y, por supuesto, que también tuvieran espacio
en el predio para sembrar los árboles de la parcela dendroenergética, que venía
junto con la estufa", explicó Jhojan Suárez Muñoz, funcionario de la Umata
de El Dovio.
Son diversos los beneficios
de las estufas ecoeficientes; entre las bondades ambientales, están que
consumen menos leña que un fogón convencional y se reducen las emisiones de
gases de efecto invernadero. También están los beneficios a la salud: cuando la
estufa se encuentra en funcionamiento, no hay presencia de humo en las
viviendas, disminuyendo así el riesgo de contraer enfermedades respiratorias.
"Los beneficios son
muchos, no solo podemos ahorrar platica porque el gas está muy caro, también
está el beneficio para la salud, pues el humo contamina los pulmones y trae
consecuencias negativas a futuro. Mejor dicho, es una gran ayuda",
enfatizó doña Blanca Margarita.
Cuando se entregó la estufa
completamente instalada a los usuarios, se realizó también la donación de los
árboles (para el bosque dendroenergético), con el fin de que en un tiempo
determinado sirvan como leña y disminuya el uso de especies forestales nativas
y de bosque originario.
"La idea es que estos
árboles se siembren en el predio en una densidad alta, para que en uno o dos
años se puedan cortar y sirvan de madera, a eso se le entiende como una parcela
dendroenergética, asegurando que las personas no tengan que usar los árboles
maderables de los bosques nativos", puntualizó el funcionario.
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