En las últimas horas falleció
Sofonías Orozco Sarria, un hombre de 93 años quien lideró, por parte de la
comunidad, la declaratoria de Isla Ají como Distrito Regional de Manejo
Integrado, DRMI, un área protegida de 246 kilómetros cuadrados en la Costa
Pacífica. Esta noticia le dio la vuelta al mundo, por ser la primera
declaratoria tras los acuerdos de Glasgow y por ser resaltada a través de
Twitter por el actor de Hollywood y activista Leonardo DiCaprio.
Tras más de 20 años de trabajo entre la comunidad de la cuenca
del río Naya y la CVC se logró esta declaratoria que conjuga la conservación de
la biodiversidad y los usos sostenibles del territorio, enfocados en la reconversión
productiva, alternativas como el turismo de naturaleza y la producción
sostenible. Así se busca conservar a 111 especies de plantas y 4 especies,
entre tiburones y rayas, una de ellas amenazada.
"En 1997, una comisión de biólogos empezó a hacer inventarios
y recopiló las primeras informaciones o datos de esta zona. En esa época, el
propietario de una de las porciones que se quería declarar era don Sofonías,
quien se mostró como una persona muy entusiasta con el tema de la conservación
y recibió a nuestros funcionarios con todo el cariño del mundo, junto con su
esposa, doña Alba", relata Marco Antonio Suárez Gutiérrez, director
general de la CVC.
"Aunque en su momento se consideró comprarle esas tierras,
él decidió ceder cientos de hectáreas de su propiedad para dedicarlas a la
conservación. Gracias a Dios pudimos agradecerle este gesto en vida y el pasado
mes de marzo le entregamos el reconocimiento 'Tejiendo futuro ambiental', por
su compromiso con la biodiversidad del Pacífico vallecaucano, ya que fue su
voluntad la que permitió que Isla Ají empiece a ser protegida bajo la categoría
de Distrito Regional de Manejo Integrado", exalta Suárez Gutiérrez.
Por su avanzada edad, Sofonías Orozco Sarria ya no vivía en Isla
Ají, sino en Puerto Merizalde, pero su familia ha continuado con su legado y
ayudó a convencer a otras familias que también habitan Isla Ají y así se logró
agrandar el área declarada.
En el
Naya, Valle del Cauca hay una gran oferta ambiental que el mundo merece conocer
y unas comunidades comprometidas en su conservación y protección y que gracias
a personas como don Sofonías, tienen oportunidad de preservarse para
generaciones futuras.
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