El estado de ánimo de una persona es la expresión de diversos eventos que suceden en su interior, de sucesos externos y de la interacción resultante de ambas situaciones, que el individuo experimenta de acuerdo con las vivencias psíquicas que ha tenido a lo largo de su ciclo vital. La época decembrina en Colombia tiene unas características muy particulares, que fueron descritas de manera certera por la compositora vallecaucana Lucy Figueroa: “Llegó diciembre con su alegría, mes de parrandas y animación, en que se baila de noche y día y es solo juergas y diversión”.
La
sociedad en general es permeada por este ambiente contagioso de festejo, de compartir
con familiares y amigos, de adornos, de novenas navideñas, de mensajes de
bienestar y prosperidad y, finalmente, de reuniones con personas cercanas. Sin
embargo, existe “otra Navidad” para un número importante de personas; en
España, por ejemplo, según datos de la Organización Mundial de la Salud, esta
otra cara de la moneda compromete al 5.2 % de la población, lo que se
corresponde a cerca de 2.4 millones de seres humanos.
Las ciencias del comportamiento humano han estudiado el estado emocional por el que atraviesan esas personas en esta época del año y lo han denominado nostalgia navideña, depresión blanca o blues de Navidad. ¿Cuáles son las características generales de esta condición? Los principales: sentimientos de tristeza o nostalgia, disminución del apetito, problemas para dormir, irritabilidad o mal humor, ansiedad, tendencia a aislarse y expresiones del tipo “no me gusta la época de Navidad o Año Nuevo, porque me trae malos recuerdos”.
Se considera que es una situación temporal y que desaparece
espontáneamente una vez pasen las festividades, por esto no es considerada como
una patología o un trastorno claramente definido, sino como un síndrome
(manifestaciones diversas que se presentan obedeciendo a una causa común). ¿Qué
origina el blues de Navidad? Las
causas pueden ser muchas, pero las más frecuentes están relacionadas con
pérdidas afectivas cuyos duelos no han podido ser elaborados y la fecha festiva
permite que se reexperimenten sentimientos y pensamientos de soledad
relacionados con el ser querido.
¿Qué hacer si uno o un allegado experimenta
el blues de Navidad? Lo primero es
reconocerlo como un estado transitorio: que así como llegó con la época
decembrina, se irá con el comienzo de año. El segundo aspecto que tiene gran
relevancia es no sentirse presionado para realizar actividades poco gratificantes
que otras personas sí pueden disfrutar, como reuniones familiares, con amigos o
compañeros de trabajo. Y finalmente, no dejarse envolver por el vórtice de
entrega de regalos, que muy bien explotan los que comercian con el sentimiento
de las personas. El blues de Navidad
es una experiencia que se presenta con mayor frecuencia en la civilización
actual que concibe a las personas como objetos de valor y de intercambio y no
como seres sensibles y soñadores. www.urielescobar.com.co
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